El patrimonio no tan solo se enmarca en los bienes tangibles, sino que también agrupa las costumbres que en muchos casos se encuentran en lugares recónditos como en la selva o en zonas rurales. Así contó ayer la documentalista panameña Irina Ruiz, quien dio una charla en el Museo Presley Norton, en el centro de Guayaquil.

Allí contó que la fundación panameña Acampadoc busca que los jóvenes registren, visibilicen y revaloricen aquellos sitios y tradiciones que forman parte del patrimonio de los pueblos y ciudades.

Por eso, los motiva a utilizar sus cámaras de video, micrófonos y, sobre todo, el entusiasmo, para participar en el Cuarto Campamento y Festival Internacional de Cine Documental Acampadoc, un proyecto apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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Ruiz, quien es una de las fundadoras de este plan, recorre universidades y espacios culturales de Guayaquil para invitar a los interesados en el cine, que no han tenido la oportunidad de estudiar esta área, a postularse al programa de becas en Panamá, para aprender a elaborar cortometrajes-documentales durante dos semanas de práctica (incluye estadía, no pasaje de avión).

Los interesados deben llenar un formulario hasta este 25 de julio en www.acampadoc.com/campamento/formulariobecas/. “Necesitamos que estas raíces no se pierdan (...). De ahí la magia del documental al rescate del patrimonio inmaterial, que es importante como el patrimonio material”, dijo.

Acampadoc imparte 20 becas por año a jóvenes de América.

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“La convocatoria no exige a los jóvenes que tengan una formación previa, sino que les pide que hagan una investigación de campo. Tienen que redactar una historia real, basada en un personaje o en una situación de su comunidad”, agregó. (I)