Nicolás Trujillo Passailaigue se llamará el primogénito de la conductora del programa ‘Cosas de casa’, de TC Televisión, quien tiene programado dar a luz mediante cesárea en abril próximo.

Una mezcla de sentimientos experimenta Vanessa Passailaigue, la conductora del programa familiar ‘Cosas de casa’ de TC Televisión, al aproximarse al sexto mes de gestación.

“Es lindo saber que llevas una nueva vida, pero asimismo a ratos te deprimes, otros te inspiras y por otro te da terror al no saber si harás bien las cosas”, explica.

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Su primogénito se llamará Nicolás, al igual que su novio, Nicolás Trujillo Newlin. Nombre que a ella le fascina. “El papá no quería que hubiese nombres repetidos en la familia, pero terminé por convencerlo”, dice la animadora.

El segundo nombre aún lo están pensando. El niño vendrá al mundo por cesárea, a mediados del mes de abril. El parto será en la clínica Kennedy, “estamos revisando costos y analizando si es en Samborondón o Alborada”.

Vanessa y su novio han comprado ya lo necesario para decorar y amueblar el cuarto del bebé como cuna, bañera,  corral, etcétera. Solo falta la ropa para los primeros dos meses.

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La presentadora, que se dio a conocer en el desaparecido programa ‘Está clarito’ (Ecuavisa), dice que ha adquirido “muchos libros y videos de preparación para atender lo mejor posible al nuevo integrante de la familia”. Con su pareja está en constante diálogo, a pesar de que él viaja muy seguido a EE.UU. por trabajo.

Ella espera que para marzo o abril Nicolás se instale por completo en Guayaquil, por eso está apurada en terminar la decoración de su vivienda, en la cdla. Santa Cecilia.

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Anota que planea seguir en ‘Cosas de casa’ (TC Televisión) hasta los días previos al parto, y luego de mes y medio de descanso se reintegrará de inmediato a laborar. “No pienso dejar la televisión porque mi embarazo está muy relax”, comenta entre risas.

La ex modelo planea casarse por civil cuando su hijo tenga dos o tres meses de edad. Para ese día quiere algo sencillo e íntimo como un almuerzo, pues en el eclesiástico la fiesta  será con bombos y platillos y en la playa. Esto sería en la temporada playera del 2009.

Indica que no se casaron en diciembre como habían programado porque ambos quieren disfrutar el acontecimiento, y con la “barriga no podía tener mucho ajetreo”.

Dice que el estilo de los baby showers no le agradan mucho porque le parece que los juegos no son muy cómodos para la madre, que ella prefiere una reunión más tranquila o un almuerzo. Respecto de su dieta confiesa que aunque cuida mucho de lo que come su gusto por los dulces aumentó.

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En el próximo mes hará su último viaje a Miami con barriga para acompañar a Nicolás y hacer las compras que faltan para el bebé.

En lo personal espera tener tres o cuatro niños más de forma seguida. “Dejaremos pasar unos dos años por cada niño. Así que me verán embarazada por largo tiempo”, asevera.