En su época de máximo apogeo futbolístico, en Nacional de Montevideo (donde ganó la Copa Libertadores de 1971), Manga fue apodado el Exterminador de arqueros, porque sus suplentes jamás tuvieron una oportunidad de quitarle la titularidad y debieron marcharse del club.

Ahora, desligado de Barcelona, Manga no exterminará guardametas. Al contrario. Decidió formarlos en Ecuador y darle al país una nueva generación de porteros.

Airton Correia de Arruda, su verdadero nombre, cumplirá 73 años el  26 de abril próximo. El mundialista en Inglaterra 1966 dice que sigue en forma física y por eso abrirá su escuela de  goleros (para jóvenes de 11 a 18 años,  desde el próximo 22 de febrero) en la Ciudad Deportiva Carlos Pérez Perasso. Más información se proporciona en el teléfono 220-3738.

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“Deseo transmitir mis conocimientos para que salgan porteros de la calidad de Carlos Luis Morales, José Francisco Cevallos, Jacinto Espinoza, Víctor Mendoza, Carlos Morán, Emilio Valencia, entre otros”, refirió el responsable de la formación de esos guardavallas.

Acotó que durante su año de labor en Barcelona impuso su estilo a Máximo Banguera y Geovanny Salinas, pero con el DT Benito Floro (2009)  tuvo líos porque asegura que el español no lo dejaba trabajar con libertad y “se metía en todo”.

Manga fue campeón con los toreros en 1980, año de su retiro, y en cuatro temporadas como preparador de arqueros amarillos recuerda que trabajó con normalidad  junto a técnicos como Miguel  Brindisi, Jorge Habberger, Luis Santibáñez (+); además laboró en Filanbanco, Emelec y D. Quito.

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Sobre el que considera su mejor alumno destaca a Espartaco Mendoza.
“No tenía miedo a lanzarse” y por esa osadía se lesionó varias costillas, explica. Acota que el portero Alexander Domínguez, de Liga (Q), es el que mejor futuro tiene.

Para Manga, Marcelo Elizaga y Xavier Klimowicz, ambos del Emelec, son dos buenos porteros, mas espera que Banguera (Barcelona) sea llamado a la Tri como titular. No descarta que en corto tiempo Wilmer Zumba, de Macará, destaque.

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Manga
Ex arquero de Barcelona
“Era muy difícil la relación con (Benito) Floro. Se metía en todo y no dejaba trabajar. Entrenaba a los arqueros y también era preparador físico”.

“Quien desee ser un buen arquero debe ser alto, educado, muy disciplinado en sus entrenamientos, y muy valiente bajo los tres palos”.