El próximo jueves Vanessa Passailaigue le dirá adiós a la televisión ecuatoriana. La presentadora partirá el 20 de este mes a Corea del Sur (Asia oriental), donde su esposo, Nicolás Trujillo Newlin, cumplirá por dos o tres años la función de embajador del Ecuador.

Vanessa, de 32 años, ha trabajo catorce en televisión, los últimos tres en TC Televisión en el programa matutino ‘Cosas de casa’ (ahora ‘De casa en casa’), en el staff en Quito.

El viernes pasado se despidió del espacio en Quito, y este jueves lo hará en Guayaquil, y a la vez de la televisión a la que no sabe si volverá, ya que si su esposo continúa como embajador ella no podrá trabajar, porque no le está permitido.

Publicidad

Vanessa asegura que aún no han contratado su reemplazo para el programa y parece que por ahora no lo van a hacer. “Es que soy irreemplazable”, señala entre risas.

El domingo pasado empezó a vender sus muebles y todo lo que tiene en su casa (es alquilada) en Quito, porque debido a que se va a radicar tan lejos, y por asuntos de traslado, no puede llevarse más que su ropa y la de su familia, integrada por su esposo, su hijo Nicolás (de 2 años, 4 meses) y Emna (de 9 meses).

La venta la realiza entre sus conocidos y la mantendrá hasta cuando se acerque el viaje. “Espero venderlo todo y si queda algo lo mandaré a una bodega, pero ojalá no sea mucho para no pagar tanto”, señala.

Publicidad

En la ciudad de Seúl, donde se va a radicar, aún no ha conseguido una casa en alquiler. Dice que su esposo (es la primera vez que tendrá una embajada a su cargo) estuvo allá el mes pasado, cuatro días, buscando vivienda y encontró algunas. “Lo tiene que manejar desde acá, para que Cancillería dé el visto bueno de los valores. También estamos buscando por internet, pero lo más probable es que al comienzo nos toque quedarnos en algún hotel”, anota.

Ella ve con alegría y también con tristeza este nuevo capítulo en su vida, en el que no solo le tocará estar lejos de su familia (sus padres, sus dos hermanas y su hermano de 12 años), sino realizar las funciones que corresponden a la esposa de un embajador.

Publicidad

“Primero tendré que ocuparme de todo lo de la casa, desde elegir los cubiertos. Aparte tengo que ver a mis hijos, conseguir una chica para que cocine. Tendré que hacer reuniones en la casa para recibir a invitados importantes y promocionar a Ecuador. Además deberé estar empapada de muchos temas referentes a mi país (cocina, cultura, política, turismo...), el mundo y Corea del Sur. También realizar labor social. Voy a tener mucho trabajo”.

Señala que desde ya se está instruyendo sobre Ecuador y el país a donde irá.

Sobre cómo ha tomado el tener de irse a vivir tan lejos, indica que al comienzo lo hizo con mucha alegría porque era lo que su esposo quería. “Él podía aceptar o negarse, pero yo le dije: Vamos, dale, es una buena oportunidad de trabajo, va a ser enriquecedora. Va a tener sus contratiempos y desafíos, pero va a ser súper buena”, recuerda Vanessa.

Cuenta que con el paso de los días esa felicidad se le ha convertido a ratos en tristeza. “No hay día en que no se me salgan las lágrimas al pensar en que no veré en mucho tiempo a mi familia y amigos”.

Publicidad

Entre lo que deja en Ecuador, también están los planes que tenía de casarse en el 2011 con Nicolás Trujillo, a quien está unida desde hace tres años. “Lo iba a hacer durante la temporada de playa, pero lo haré cuando venga de visita, dentro de un año, o cuando regrese, porque no lo haré lejos y sin mi familia”, anota con pesar.

Cuenta que al partir de Ecuador hará una escala de cuatro días en Atlanta (EE.UU.) para comprar abrigos para ella y sus hijos. “Me va a tocar llegar a Corea en época de frío”.