El Círculo Deportivo Everest registró su nombre entre los campeones ecuatorianos el 13 de enero de 1963, cuando empató a 1 con Barcelona y por mejor gol diferencia dio la vuelta olímpica como monarca de 1962.

Los everianos se coronaron invictos, de la mano del DT Mariano Larraz y con Horacio Tanque Romero, Hugo Mejía, Néstor Azón, José Johnson, José Aquiño, entre sus estrellas. En 1960 lograron su único título de campeón de Guayas. Pero tal vez el mayor éxito del Ciclón Rojo fue ser la cuna del mejor futbolista ecuatoriano de todos los tiempos: Alberto Spencer. El formidable Cabeza Mágica fue rojo entre 1955 y 1959.