Karl Egloff se convirtió en un referente del speed climbing mundial por sus logros. El montañista de 33 años, hijo de padre suizo y madre ecuatoriana, batió de agosto (2014) a febrero (2015) los récords de ascenso y descenso al Kilimanjaro (Tanzania, 6 horas 42 minutos) y Aconcagua (Argentina, 11h52m), que estaban en poder del runner español Kilian Jornet. Estas cimas forman parte de un proyecto que lo llevará a las siete cumbres más altas de los continentes.

En su actividad se asocia mucho a Karl Egloff con Kilian Jornet. ¿Cuáles son los motivos. Hay rivalidad?
No. Ni siquiera lo conozco, Kilian es un grande, tiene una gran carrera, solo lo conozco por sus libros. Todo esto es consecuencia de la planificación y de buscar los mismos objetivos, que se crucen los proyectos hacen que se vea como algo personal, pero no hay nada de eso. Yo soy David y él es Goliat, pero que le haya logrado ganar en mis primeros dos retos son también mucha suerte.

¿Por qué fue al Aconcagua?
Hace dos años trabajaba como guía allá y pregunté sobre los récords y empecé a planificar todo. Fue una coincidencia, casi el destino, que meses después Kilian anunciara que intentaría el récord (diciembre 2014), eso no podía ser mejor porque él es como un ícono mundial en la disciplina.

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Sigue la actividad de Jornet, ¿es su referente en el speed climbing?
Mucha gente me ha criticado y dice que sigo sus pasos para hacerle daño, pero no soy él, no tengo su historial y nunca lo tendré. Ahora ya veo lo que ha hecho y me gustaría hacer lo que él, pero somos muy diferentes.

¿Cuál es el proyecto grande para Karl Egloff?
La planificación es ir a los seven summits, que son las siete cumbres más altas del mundo, el orden depende de los climas y las estaciones.

¿Se mantiene la Antártica en su planificación?
Es un sueño personal y lo quiero hacer con mi equipo. No hay fecha, pero es parte de mi proyecto, aunque todo lo planteado dependerá del financiamiento.

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¿Lo económico influyó para saltar a la segunda cumbre más alta del proyecto?
Sí. El Aconcagua (6.962 metros) era el más alcanzable económicamente. Fui porque estaba más cerca.

¿Cuál sería el próximo ascenso?
Creo que el monte McKinley, en EE.UU., aunque por coincidencia Kilian tiene ese récord, pero él lo hizo con esquíes y yo a duras penas lo he hecho. Hay que entrenar mucho y hacer la gestión de los gastos. (D)