No creo que la resistencia de Javier Tebas (presidente de la Liga Profesional de Fútbol) a la operación Neymar logre abortarla. Las cartas están repartidas, el dinero sobre la mesa y el Barça resignado a descartarse del jugador. Según lo que haga con el dineral, la operación puede resultarle mala, regular o hasta buena. Joan Gaspart transformó el dinero de Figo en Overmars, Petit, Gerard López y Alfonso. Sin provecho. Hace poco, Segurola echaba una cuenta en AS: entre Arda, Alexis, Aleix Vidal, Denis Suárez, Cillessen, Umtiti, Digne, André Gomes y Semedo, el Barça lleva gastados 222 millones de euros, lo que ahora le va a entrar por Neymar. No se puede decir lo de José Mota, que son las ovejas que entran por las que salen.

No sé cómo saldrá el Barça de todo esto. El periodista Xabier Fortes me recuerda que cuando se fue Maradona del Barça, aquello pareció el fin del mundo, pero el equipo se recompuso con Calderé y Rojo, entre otros, empezó la Liga ganando en el Bernabéu 0-3 y terminó conquistando el título, tras once años sin conseguirlo. La campaña siguiente fue finalista de la Copa de Europa. Perdió por penales. Se quedó a centímetros del título. Esta reflexión de Fortes viene a reforzar aquello de que ‘necesarios, todos, imprescindible, ninguno’. Ya ven, ni siquiera Maradona. Al Barça lo que le toca ahora es manejarse bien.

Aunque, eso sí, moralmente pierde. Como la Liga Profesional, de la que se va un diamante. En el imaginario general es el tercero del mundo, y lo es en la venta de camisetas. Como dice Tebas, lo preocupante habría sido la salida de Cristiano o Messi, que son harina de otro costal.

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Pero hay que reconocer que lo de Neymar es una pérdida de la Liga, la primera pérdida seria. Hace temer otras, ahora que está batida por los derechos de la Premier y los clubes-estado, como dice Tebas. Y es, también, un aviso de la realidad para Cristiano, por el que ningún club ha hecho una oferta en serio.

Pero sí hay quien da 222 millones de euros por Neymar. No todo el monte es orégano. (O)