Considerado en su día un talento precoz del fútbol brasileño, sus destellos en los estadios no terminaron de dar el brillo esperado, pese a que Robinho pasó por varios grandes europeos: su rendimiento fue decayendo, por su inconstancia, hasta sus problemas con la justicia, que le han llevado a ser condenado por una violación en Italia.

El fútbol está lleno de historias de juguetes rotos. Pero pocos han tenido el recorrido de Robinho, que el jueves fue condenado por un tribunal de Milán a nueve años de prisión por una violación en grupo a una joven mujer albanesa de 22 años.

Un veredicto que supone un durísimo golpe para el jugador, que ahora tiene 33 años y juega en el Atlético Mineiro, y al que en sus primeros años llegaron a considerar el 'nuevo Pelé', de manera algo precipitada.

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Lejos queda aquel 26 de agosto de 2005, en el que los 'flashes' se disparaban ante su rostro sonriente y juvenil: ese joven brasileño de 21 años posaba con la camiseta del Real Madrid, junto al presidente Florentino Pérez y al mito del club, Alfredo Di Stéfano.

Con su firma por el equipo 'merengue', Robinho se disponía a conquistar Europa, después de tres años muy buenos en Brasil, dos de ellos coronados con títulos nacionales con el Santos, el histórico equipo de 'O Rei' Pelé.

Doce años más tarde, el brasileño juega en su país después de una carrera de luces y sombras, en la que nunca llegó a ser la gran superestrella que se esperaba. Y su carrera queda marcada ahora por esa condena de violación, por unos hechos que se remontan a 2013, cuando jugaba en el AC Milan.

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Hacía tiempo que Robinho no era noticia internacionalmente y la sentencia en Italia no es precisamente un motivo para enorgullecerse, aunque la condena todavía no es firme y el jugador insiste en su inocencia.

Con la selección brasileña, con la que jugó un centenar de partidos y marcó una treintena de goles, fue campeón en dos Copas de las Confederaciones (2005 y 2009) y en una Copa América (2007). Disputó dos Mundiales, llegando a cuartos de final en ambos (2006 y 2010), en una fase de transición para su país entre el título mundial de 2002 y la llegada de la 'generación Neymar'.

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En su carrera de clubes, el joven 'Príncipe' ha tenido el honor de pasar por grandes equipos. Ya en su primer partido con el Real Madrid, ese joven que el propio Pelé consideraba "el mejor jugador de Brasil", impresionó en apenas 25 minutos. Al día siguiente, el diario As tituló "Y Dios creó a Robinho", mientras que El Mundo optaba por "Una estrella ha nacido".

Tres temporadas más tarde, Robinho tenía en su palmarés dos títulos de campeón de la Liga española.

A sus 25 años, su carrera ponía rumbo a Inglaterra. Había mostrado su deseo de ir al Chelsea, pero fue el Mánchester City el que se hizo con sus servicios por un traspaso muy importante en la época, de 40 millones de euros, en las últimas horas del mercado.

A su llegada a Inglaterra, primer error. Sobre su fichaje declaró lo siguiente: "En el último día, el Chelsea hizo una oferta estupenda y la acepté", confundiendo a los dos clubes ingleses. "¿Quiere decir el Manchester, es eso?", le preguntó un periodista. "Ah, sí, el Manchester, ¡perdón!", se corrigió el jugador.

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Las buenas actuaciones de su primera temporada en el City no bastaron para que el club cumpliera con sus expectativas. En dos años, el equipo no ganó nada y Robinho se lesionó en un tobillo en septiembre de 2009, perdiéndose tres meses de competición. A su vuelta no pudo hacerse un hueco y terminó pidiendo su marcha en el mercado de enero.

Puso rumbo al Santos, para un paso rápido, y luego al Milan, donde rindió bien una temporada, antes de bajar el nivel.

El 'nuevo Pelé' tenía 30 años y se disponía a abandonar la primera línea europea. Volvió al Santos y después fue a China, al Guanghzou Evergrande, antes de aterrizar en 2016 en el Atlético Mineiro.

Desde sus 25 años, Robinho solo ganó un gran título, la Serie A en 2011 con el Milan. Pero de sus años italianos lo que quede para el recuerdo puede ser esa condena por violación, que mancha su carrera.

En 2009 ya había sido detenido brevemente después de que una joven le acusara de una presunta agresión sexual en un club nocturno de Leeds. El jugador fue liberado bajo fianza y luego, tras la investigación, quedó libre de cargos. (D)