La idea de crear unos juegos regionales entre países con un denominador común, al haber sido independizados por Simón Bolívar, tomó cuerpo en 1936. Para aquello se reunieron delegados de Panamá, Colombia, Perú, Bolivia, Venezuela y Ecuador; por nuestro país asistió a su conformación Galo Plaza Lasso. La Organización Deportiva Bolivariana (Odebo), ya constituida, consiguió durante los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 el aval para que ese certamen regional en Sudamérica se pueda realizar.