Chile formalizó el miércoles su postulación para organizar el Mundial de 2030 junto a Argentina, Paraguay y Uruguay, mientras abundaron las bromas entre los líderes sudamericanos por las polémicas en la reciente Copa América de Brasil.

El presidente chileno Sebastián Piñera suscribió el protocolo de adhesión tras la cumbre que tuvo lugar en la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia del mismo nombre.

“Vamos que ahora hay que ganarla”, expresó el presidente anfitrión Mauricio Macri tras la ceremonia, de la cual participaron Tabaré Vázquez de Uruguay y Mario Abdo Benítez de Paraguay.

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Chile fue el último en sumarse a la iniciativa que originariamente habían impulsado Uruguay y Argentina, campeón y subcampeón respectivamente del primer mundial de fútbol organizado por los uruguayos en 1930, y que tras un acuerdo político incorporó Paraguay.

Salvo este último, los otros tres tienen experiencia como anfitriones de la Copa del Mundo: Uruguay (1930), Chile (1962) y Argentina (1978).

España y Portugal contemplarán la posibilidad de presentar una candidatura al Mundial 2030, anunciaron sus respectivas federaciones en junio. Inglaterra ha indicado que sopesa buscar la sede, junto con las otras federaciones del Reino Unido (Irlanda del Norte, Gales y Escocia), así como con Irlanda.

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Bulgaria, Grecia, Rumania y Serbia plantearon en noviembre pasado su intención de presentar una candidatura conjunta.

La sede mundialista será anunciada durante el Congreso de la FIFA en Qatar, en el marco del Mundial de 2022. En 2026, el Mundial se llevará a cabo en Estados Unidos, México y Canadá. La firma del documento se dio justo después del plenario de presidentes del Mercosur en el que abundaron las chicanas futbolísticas.

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“No vamos a hablar del VAR”, bromeó Macri frente a su colega brasileño Jair Bolsonaro presente en el cónclave. La referencia aludía a las polémicas arbitrales en el clásico sudamericano que disputaron en la semifinal de la Copa América que conquistó Brasil. Indignado con las polémicas, el capitán argentino Lionel Messi denunció corrupción y dijo que el certamen estaba arreglado para que lo ganara el anfitrión.

Bolsonaro no tomó el comentario, pero ironizó sobre la derrota de Chile en la otra semifinal ante Perú.

“Ven Piñera, su problema es con Perú no con Brasil. La Copa América, dejémoslo claro”, comentó el mandatario brasileño, provocando la sonrisa de sus pares. (D)