Llegó a ser uno de los delanteros más cotizados del fútbol europeo a comienzos de siglo, y es que su aterrizaje en el Inter de Milán dejó mucho más que una simple huella. Hablamos del brasileño Adriano, que fue protagonista de noticias tanto dentro como fuera del terreno de juego, y es que hubo una generación de futbolistas brasileños durante su época a los que les gustaba casi tanto una buena fiesta que el balón.