Seguramente la razón de contratar a un delantero del nivel del uruguayo Gonzalo Mastriani se debe a las limitaciones que impone la urgencia de ganar el “campeonato financiero” que tiene Barcelona SC, un club con una deuda de $ 51‘624.789 (para citar una cifra exacta, dada por la firma PKF Ecuador & Co., tras una auditoría con corte hasta el 31 de septiembre del 2019, y no una de las tres o cuatro cantidades distintas que se difunden).