Hablar de Luis, el Chino, Gómez es recorrer algunos de los pasajes más vibrantes de la historia de Barcelona Sporting Club. Campeón nacional en 1995 y 1997, elegido en el once ideal del campeonato ecuatoriano en su época de esplendor, y autor del inolvidable gol -a Macará, en el Bellavista- que salvó al ídolo del astillero del descenso en el dramático año 2000, Gómez encarna la resiliencia y el amor por una camiseta.

En entrevista con EL UNIVERSO, el exlateral derecho y actual estratega de la sub-17 del elenco canario, revive aquellos días de gloria y angustia, sus vivencias en un camerino lleno de figuras y su barcelonismo incalculable, siempre con esa mezcla de humildad y pasión que lo hicieron leyenda.

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Él es una de las glorias toreras que participarán de los eventos conmemorativos del club porteño que este jueves, 1 de mayo, cumple sus cien años de vida institucional.

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¿A qué se dedica actualmente?

Soy entrenador de la sub-17 de Barcelona SC. Somos parte de un hermoso proceso de formación, para nada va de derrota o victoria sino de formación. Crear disciplina, hábitos en ellos… de comprender de qué va el fútbol.

¿Qué tipo de formación debe tener un juvenil en Barcelona SC?

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Estructura e infraestructura. Y Barcelona SC cuenta con eso. Esto viene desde la presidencia de Carlos Alfaro Moreno y ahora sigue con Antonio Alvarez. En formativas tenemos todo un cuerpo técnico, secretaría técnica, utilería, cuerpo médico. Hay toda una organización. Jandry (Gómez) ya está jugando en primera, Bruno Caicedo (en Orense) y Allen Obando que está jugando al lado de Lionel Messi.

¿Qué sensación le produce estar en el once ideal del Centenario?

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Me emociona bastante. Yo soy barcelonista y por momentos me olvido que he jugado para Barcelona SC. Soy de ir al estadio, de estar pendiente… soy alguien que llora por Barcelona SC. Haber sido nominado ya era bastante. Es un pensamiento de que lo que se hizo, se hizo bien.

¿Qué significó vestir la camiseta de Barcelona SC?

Ha significado el más alto honor en mi vida, en el camino tuve el nacimiento de mis hijos y eso es tal vez lo más importante en la vida de un ser humano normal. A veces me pregunto a mí mismo sobre hacer un análisis profundo de ese honor.

Usted marcó un gol que evitó que el equipo descienda, con el paso del tiempo, ¿cómo lo toma?

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Tranquilidad. Una sensación de no deberle nada a Barcelona SC, este club me cuidó, hizo de mí. Cuando tuve que hacerlo lo entregué todo. A veces me pregunto qué hubiera pasado si no convertíamos ese gol, sinceramente me hubiera ido del país. No podría resistir el hecho de ser parte de una historia negativa. No hubiera tenido la capacidad moral para ser entrenador… ¿qué le vas a decir a estos jóvenes si en tu momento no lograste estar a la altura. Cumplimos… Barcelona SC no te debo nada y no me debes nada.

Se vienen los 100 años…

A riesgo de parecer un poco ridículo: ¿qué es Barcelona SC? ¿Una camiseta, un estadio, un club…? Es tanto mi sentido para este club que en su momento era alguien con quien podía hablar. Yo vivo cerca del estadio y me iba en las noches, le pedía permiso al guardia que era mi amigo y entraba descalzo a la cancha, 11 o 12 de la noche, y hablaba con Barcelona SC. Le prometí que si me compartía un poco de su gloria iba a ayudar a que el barcelonismo crezca.

Se puede salir de Barcelona SC, pero Barcelona SC no va a salir de usted

Yo no voy a salir nunca de Barcelona SC. Yo voy a ir al estadio. Es lo que le digo a mi hijo que tiene 13 años. Planifiqué tener mi casa cerca (del estadio) para tener esa posibilidad.

¿Cuál es el momento que más lo marcó como jugador de Barcelona SC?

Yo tengo el honor de haber marcado un gol en una final (ante Espoli, en 1995). A veces no me acuerdo de ese gol, y la gente tampoco. En cambio hay un gol que es mi cielo, el momento más sublime de mi vida, que es cuando marqué el gol para salvar la categoría.

¿Qué anécdota recuerda de su etapa como jugador de Barcelona SC?

Una alegre, siempre la bromeamos con el Beto (Carlos Alejandro Alfaro Moreno). El día que salvamos la categoría se lo llevaron preso. Se tuvo que cuadrar con la policía. Cada vez que nos acordamos él se ríe. Estuvimos preocupados por que regrese y poder volver a casa con todos los pollitos.

¿Qué decirle al hincha amarillo que está ansioso de que el equipo consiga un título internacional?

Yo sé lo que va a pasar si no conseguimos el título en poco tiempo: seguiremos siendo barcelonistas. No somos un resultado. Esa es una presión legítima de que ya es hora, ya es el momento, pero esa ansiedad nos puede jugar en contra. Yo voy a ser barcelonista independientemente de todo. Eso sí, cuando se dé: fiesta nacional. (D)