Todos los que aprendimos algo de él, y quienes tuvimos la fortuna de recorrer algún camino junto con Guillermo Valencia León, el célebre Valenciano, le agradecemos siempre la principal enseñanza que nos impartió respecto al arte de hacer periodismo: corregir las veces que sean necesarias cualquier error de concepto, frase repetitiva, falla ortográfica, o dato estadístico errado para entregarle al público un análisis pulido, preciso, y elaborado con pasión.