El análisis del rendimiento de nuestra Selección ante Italia quedó en segundo plano por la abrupta exposición en redes sociales un video filtrado por el portal La Data que exhibió la mala conducta de varios futbolistas de la delegación tricolor. En las imágenes se reconoció a Robert Arboleda, Gonzalo Plata y la presencia sorpresiva y lamentable de la joven promesa de nuestro fútbol Kendry Páez.

Los tres no tuvieron mejor idea que escoger el día libre dado por los directivos de la FEF, con el consentimiento del DT Félix Sánchez Bas, para visitar un centro nocturno de Nueva York, en donde la especialidad de la casa es mostrar las habilidades de bailarinas que hacen striptease.

En el video se identifica a Arboleda, con un fajo de billetes, como ‘director de orquesta’: animaba muy entusiasmado a sus compañeros, mientras a una bailarina semidesnuda le daba palmaditas en los glúteos. Y de fondo el grito estridente de “¡báilale!” mientras la experta se contorsionaba ante las sonrisa de Plata y el rostro incrédula del menor de edad Páez.

Publicidad

Qué más sucedió no se sabe. Sí se conoce que luego de usar a su conveniencia las ocho horas libres autorizadas del viernes 22 de marzo, se reintegraron puntualmente a la concentración. Los tres no se imaginaron nunca que en pocas horas sus tropelías iban a ser tendencia en las redes sociales. El video impactó su contenido y por se grabó antes de que se jugará el importante partido con Italia.

Como era de esperarse, tan vergonzoso suceso generó el repudio de los aficionados ecuatorianos, dudas de la prensa internacional sobre el nivel de profesionalismo de los tres jugadores, y reproches por el irrespeto a de ellos a la representación nacional. Pero el mal comportamiento no asombró, porque en la Selección hay varios antecedentes similares.

Recordamos a los cinco fugados de la Casa de la Selección el 6 de octubre de 2017, días antes del partido frente a Argentina por las eliminatorias al Mundial Rusia 2018. Los escapistas fueron Robert Arboleda, Joao Plata, Enner Valencia, Gabriel Cortez y John Cifuente, quiene aprovecharon la obscuridad para irse de diversión a un centro nocturno en Quito, para regresar a la concentración a las 02:30, según el informe del jefe de Seguridad.

Publicidad

Después vino lo peor. El DT Jorge Célico, conocedor de los incidentes, alineaó a dos de los insurrectos en el encuentro que se perdió con Argentina en el Atahualpa. La FEF aplicó una endeble definición sancionadora al suspenderlos “indefinidamente”, lo que terminó siendo una farsa decorada, porque en la primera convocatoria que tuvo la Selección en los meses posteriores nuevamente fueron convocados a dos de los futbolistas envueltos en ese escándalo.

Por supuesto, varias interrogantes quedaron flotando en el ambiente, sobre todo la de identificar cuál es el peso moral que debe poseer un deportista al ser distinguido para ser integrante de una selección nacional. También sobre la postrura de los dirigentes, a los que les tembló la mano para sancionar a los prófugos de la Casa de la Selección. Prefirieron ser indulgentes pensando en el resultado y los aplausos que recibirían por ganar uno que otro partido, en vez de ser implacable y dejar sentado que hay principios no negociabales como el respeto a los valores que conlleva una representación nacional.

Publicidad

Luego llegó la Copa América 2019 y con ella el escándalo del famoso piso prohibido número17 del hotel Hilton Garden en Belo Horizonte, donde en una fiesta improvisada con muchas bebidas espirituosas Robert Arboleda, Alexander Domínguez, José Quintero, Ayrton Preciado, Arturo Mina y Antonio Valencia celebraban la eliminación del torneo.

Cuando se conoció de este nuevo y bochornoso caso, la nueva dirigencia de la FEF garantizó que habría sanciones severas y que se iba a instaurar una era que tendría firmes códigos de conducta. Con el tiempo nos dimos cuenta que Arboleda y Domínguez, parte del escándolo en Brasil, volvieron a ser convocados.

Por esos días, dos comprometidas declaraciones destaparon la olla de grillos. Iván Hurtado, el capitán de muchos años de la Tricolor, confirmó: “que ya era costumbre que después de los partidos nos daban permiso para divertirse. La diferencia es que nadie se enteraba, ni ustedes los periodistas”, dijo. También habló Carlos Tenori: “Era normal que cuando salían los resultados nos daban permiso; caso contrario, a escondidas. Pero cuando se perdía y salíaa, los veedores del hotel lo denunciaban y ahí venía el escándalo”.

Con estos antecedentes se saca en conclusión que la impunidad que ha reinado en la FEF frente a actos ignominiosos les ha otorgado licencia a los que los cometen. Por ejemplo, Arboleda, es un reincidente contumaz. Y Plata, cuya vida deportiva ha estado inmerso en graves actos de indisciplina, también es un reincidente.

Publicidad

Lo más penoso de lo sucedido con la Tri en Nueva York es que además de los hecho por Arboleda y Plata, ambos tuvieron la audacia al convencer a Paéz, menor de edad de 16 años, para que viole el código de conducta de la Federación y que además violente la ley de seguridad pública de Nueva York, que prohibe la venta de alcohol a menores de 21 años, como también el ingreso de estos a centros nocturnos.

Luego, tanto Arboleda como Plata se permitieron escribir en sus cuentas X: “Desde ahora en mis días libres me pondré a leer la Biblia nomás, porque ni divertirse uno puede, ohhh prometo”, publicó el zaguero. El otro, sin ser tan expresivo, reclamó su libertad de hacer lo que desee en los tiempos libres cuando está en la Selección. Con estos antecedentes, los dos han demostrado no reunir los valores ni requisitos para ser convocados nuevamente, por lo que la sanción de la FEF debe ser en ese sentido.

Sobre la participación de Páez, la FEF debe manejar el caso en un expediente separado y juzgado dentro del código de ética interna. Es necesario que el joven Páez sea sancionado con una severa advertencia y con alguna suspensión temporal de las futuras convocatorias de Ecuador.

Me llamó la atención que un columnista, queriendo excusar a Páez de su culpabilidad, escribió que habiendo utilizado el volante su tiempo libre como quiso no veía nada ilegal, pero que el adolescente mostró poca cabeza por publicar sus intimidades. Este análisis, en su fondo, se parece mucho al posteo de Robert Arboleda.

Tampoco puedo estar de acuerdo con Santiago Morales, directivo del Independiente del Valle, cuando señala que Kendry Páez está afectado y golpeado por la opinión de malos periodistas, a quienes les asegura que el jugador que ya pertenece al Chelsea va a curar con fútbol lo que le han expresado esos malo periodistas a los que Morales alude.

Pasará el tiempo y el joven Páez podrá superar este amargo momento, si hace un verdadero acto de contrición y acepta el escarmiento. Siempre debe tener en cuenta un conocido refrán española que reza así: “Quien con lobos anda, a aullar aprende”. Solo si la joven promesa de nuestro fútbol entiende el significado del dicho podrá llegar, algún día, a los estamentos dedicados exclusivamente a las grandes figuras de nuestro deporte. (O)