Al ranking mundial de la FIFA y al VAR les pasó lo mismo: por años trataron de desacreditarlos; ahora se ve que son confiables. El ranking es simple: el que gana, sube, y el que pierde, baja. No hay ponderación; es por resultados. Y el VAR ha ido eliminando detractores porque cada vez funciona mejor. ¡Y la falta que hacía…! Tanto que, en cada jugada dudosa, todos queremos ir al VAR porque, como el ranking, no miente.