En los años 2000, la connotada y siempre influyente revista americana Time en una de sus publicaciones afirmaba que el tenis entraba en decadencia, basándose en que los ratings de TV habían decrecido en el 15 %, lo que propiciaba que los grandes auspiciantes consideraran sus inversiones publicitarias en el golf y el hockey sobre hielo, disciplinas deportivas que gozaban de gran sintonía en Estados Unidos.