Las desmedidas ambiciones de los organismos que dirigen el fútbol a nivel mundial y regional, así como la desmesura de un hipercapitalismo en el que mandan las estadísticas comerciales y las abultadas cifras dinerarias alentadas por la comercialización y los derechos de televisión, han conducido a que la próxima Copa del Mundo de la FIFA se juegue con 48 equipos, un 300 % más que el formato de 16 equipos que tuvo el Mundial de 1934, en Italia.