Sin jugar bien, luciendo más hinchada que juego, haciendo lo mínimo, pero mínimo, River venció a Colo Colo por 1 a 0 y pasó a las semifinales de la Libertadores. Antes habían igualado en Chile 1 a 1, y tampoco el equipo de Gallardo había mostrado nada. Esto motivó la reflexión de muchos neutrales, sin crítica, solo como amarga reflexión: “¡Qué fácil es la Copa ahora…!”. Efectivamente, antes había que ganar doce o trece batallas para alcanzar la gloria. Y tener un póker de ases. Ahora con un full alcanza. Y con dos pares también.