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La más fácil, la más dolorosa

A diferencia de premundiales anteriores, no habrá repesca directa contra un asiático, un oceánico o uno de Concacaf, sino una serie de cuadrangular.

Pervis Estupiñán (i) intenta controlar el balón ante la acecho del astro argentino Lionel Messi. Foto: Archivo

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“¿Cómo no vamos a clasificar si entran siete sobre diez…?”. La frase ha sido expresada en los últimos meses por decenas de millones de hinchas sudamericanos. En todos los países ven que esta eliminatoria es coser y cantar, presentarse y clasificar al Mundial. Ojalá vayan siete, pero ¿es tan así…? Huuuummmm… Es cierto que habrá seis cupos y un decimal más. No seis y medio, como se dice. A diferencia de los premundiales anteriores, no será una repesca directa contra un asiático, un oceánico o uno de Concacaf, sino más difícil: un cuadrangular. Según la ubicación en el ranking mundial, es posible que se deba salir airoso de dos enfrentamientos. Y no se jugará en Sudamérica, sino en Estados Unidos.

Penales, gloria y drama

De modo que seis bailarán de felicidad, tal vez siete, pero tres —quizás cuatro— se sentirán horriblemente mal, como nunca, si fracasan en el intento. “Entran siete y nosotros nos quedamos afuera… Somos los peores del mundo”, pensarán. Por ello, puede ser cruelmente doloroso el final de este premundial.

El primer Mundial de dos banderas

“Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador y Colombia van seguro” es otro de los comentarios más escuchados. ¿Y Chile…? ¿Y Paraguay…? Todos tienen la esperanza renovada, aunque después de décadas, los tres de abajo siguen siendo los mismos: Perú, Bolivia y Venezuela. Un trío que en las últimas diez eliminatorias apenas ha clasificado así: una vez Bolivia (1994), una vez Perú (2018) y ninguna Venezuela. Y esa ocasión de Perú, más que una evolución de su fútbol, pareció una obra maestra de Ricardo Gareca. Pero atención: Paraguay lleva tres mundiales ausente y Chile dos. Una muestra del desánimo imperante en Paraguay es que, para evitar rechiflas o un clima adverso, la Asociación Paraguaya decidió llevar el partido a Ciudad del Este, una ciudad no muy futbolera a 327 kilómetros de Asunción, escenario central del fútbol guaraní. “Allí, los dos seremos visitantes”, declaró Juan Reynoso, técnico peruano. Puede ser una decisión ruinosa para la Albirroja.

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Sobra dinero, faltan figuras

Este jueves 7 dará comienzo, por fin, el largo camino hacia Estados Unidos, México y Canadá 2026. Durará poco más de dos años. Y para el que dispute el repechaje, dos años y medio. Paraguay-Perú, Colombia-Venezuela y Argentina- Ecuador abrirán el fuego. El viernes completarán Uruguay-Chile y Brasil-Bolivia.

1998, se consagran Zidane y el fútbol champán

Una eliminatoria que presenta un dato insólito: siete de los diez entrenadores nacionales son argentinos. Y que marcará el fin de varias generaciones. En Uruguay se anuncia que ya no estarán Suárez y Cavani (tampoco Godín, quien se retiró del fútbol), máximos referentes de la era Tabárez. Miles de hinchas se quejan en las redes porque aún consideran a Suárez “el mejor 9 de Uruguay”. En Chile todavía siguen Vidal, Alexis Sánchez, Charles Aránguiz, Gary Medel y Eugenio Mena; al menos arrancarán la carrera. En Colombia solo quedan James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado como testimonio de luchas pasadas. Perú sigue con los mismos (Advíncula, Corzo, Trauco, Zambrano, Yotún, Aquino, Renato Tapia, Carrillo, Cueva, Paolo Guerrero, Ruidíaz), porque no ha logrado producir otros que marquen una renovación. Es el plantel con mayor promedio de edad de los diez competidores. En una competición tan extensa en el tiempo, ese factor puede jugarle en contra.

Casi no hace falta decir que Argentina está en un momento de esplendor. Campeón del mundo hace ocho meses y medio, todos sus jugadores atraviesan un presente espléndido, todos convierten goles, especialmente Messi, Lautaro Martínez, Julián Álvarez. Aún así, Lionel Scaloni sigue renovando. Ya ha convocado 100 futbolistas desde que asumió como técnico en octubre de 2018. Ochenta y cuatro mil quinientos aficionados darán una fervorosa bienvenida a la Albiceleste el jueves en el Monumental cuando enfrente a Ecuador. Y hasta el momento no hay deserciones por lesión, de modo que se espera ver el once de gala: Dibu Martínez, Nahuel Molina, Romero, Otamendi y Tagliafico; De Paul, Mac Allister, Enzo Fernández; Messi, Julián Álvarez y Di María.

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Enfrente, Ecuador, el fútbol que más ha evolucionado en el continente en los últimos treinta años —sentencia que se comparte casi unánimemente en todos los países—. Un Ecuador muy fuerte defensivamente, con muchas variantes en el medio y con un Enner Valencia en fantástico estado. No obstante, la sanción de 3 puntos de la FIFA no deja de ser un tópico molesto, como un grano que no deja de picar. No debe olvidarse que los dos primeros partidos de la Tricolor son duros: Argentina y Uruguay. En el peor escenario, dos derrotas sumadas al fantasma de los tres puntos menos podrían generar inquietud. Pero la calidad de la dotación ecuatoriana no invita al pesimismo, sino todo lo contrario. La duda es cómo asumirá Félix Sánchez, su técnico español, el fragor competitivo de la eliminatoria sudamericana, sin dudas la más difícil del mundo. Es un escenario nuevo para él. La tensión con que se vive cada partido en esta parte del mundo es un factor insoslayable.

Uruguay recibe a Chile en lo que ya se vive como un neoclásico, por las reiteradas broncas de los últimos años entre ambos. Partido siempre caliente. La Celeste debutará por los puntos bajo la conducción de un grande de la dirección técnica: Marcelo Bielsa. Se verá, sin duda, un Uruguay ofensivo, voraz, muy diferente del tradicionalmente conservador. Ya en los amistosos de las últimas fechas FIFA se vio un equipo veloz en el traslado, sin mucha elaboración en medio campo, que pasa de defensa a ataque con ritmo de vértigo. Chile tendrá muchos nombres nuevos y es una incógnita de qué estilo le imprimirá su DT Eduardo Berizzo.

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Brasil, repleto de excelentes jugadores, iniciará la competición con una rareza: tendrá un técnico interino: Fernando Diniz, técnico de Fluminense, actual semifinalista de la Libertadores. Esto será hasta que en junio del año próximo asuma Carlo Ancelotti, hoy en el Real Madrid. Brasil lamentará la ausencia de Vinícius, lesionado, aunque igual es ultrafavorito para sacar los seis puntos ante Bolivia y Perú en sus dos primeras presentaciones.

Colombia puede ser una de las revelaciones, más por juego que por nombres. El entrenador Néstor Lorenzo le ha impreso un atractivo juego de conjunto, basado en un funcionamiento rápido y de gran movilidad. En ocho amistosos ha logrado seis victorias y dos empates, pero lo ilusionante son los modos. Un fútbol muy superador del que se le vio en la anterior clasificatoria. Sobre todo, lo observado en la sensacional victoria sobre Alemania en Gelsenkirchen, mostrando una superioridad aplastante, que incluso pudo haberle dado un gol más. “Somos los campeones mundiales de los amistosos”, dicen con cierto pesimismo en Colombia; no obstante, la realidad es que esos ocho amistosos invitan a creer. En el estreno, la camiseta amarilla tendrá de rival a Venezuela, que espera agazapada. Fernando Bocha Batista, estratega de la Vinotinto, confía, por fin, en llevar por primera vez a Venezuela a un mundial.

Siempre está la revelación, la cuota de sorpresa de todo torneo. ¿Cuál será en este caso…? ¿Quiénes se quedarán afuera…? (O)

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