Hoy estoy cumpliendo 60 años de ejercicio profesional del periodismo. Y recuerdo con alegría el día en que Diario EL UNIVERSO me abrió su sala de redacción para iniciarme en “el oficio más bello del mundo”, como lo llamó Gabriel García Márquez. Esa fue mi escuela en la que viejos maestros me enseñaron el más preciado secreto: el culto a la verdad sin compromiso. Recuerdo mis largas charlas con Luis Hungría Guerrero, hombre de cultura universitaria y uno de los mejores futbolistas de nuestra historia.