Un grito ruge desde África e invade el mundo: ¡Marruecos…! Una nación ilusionada, movilizada por el fútbol, se sitúa en el primer plano de la notoriedad gracias a su selección, que está haciendo historia: es la primera vez que un equipo de ese continente alcanza las semifinales de una Copa del Mundo. Y están todos felices aquí, hasta sus posibles rivales. Genera simpatía su entusiasmo, la pasión con que juega, la entrega fabulosa de todos sus hombres, la mística que ha creado Walid Regragui, su joven técnico, la fusión con los hinchas que parecen caerse de las tribunas de tanta emoción, de tanto aliento. Y allá en la patria, dicen, la gente ni duerme de la alegría y excitación. En Qatar, es la hinchada que compite con la argentina en número y apoyo.