El pasado lunes 11 de septiembre, para siempre histórico por el golpe de Estado de Pinochet en Chile y el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York, Portugal goleó burocráticamente a Luxemburgo 9 a 0. No era un picadito de sábado a la mañana entre los muchachos de la oficina sino un partido oficial por la clasificación para la Eurocopa 2024 que se disputará en Alemania. Tras el octavo gol, el técnico luxemburgués Luc Holtz no soportó más la humillación y se fue al vestuario. Cristiano Ronaldo se perdió semejante plato para engrosar sus números por recibir una amarilla la jornada anterior ante Eslovaquia. En el choque de ida Portugal también había goleado, pero apenas 6 a 0, en el coqueto Estadio de Luxemburgo, con capacidad para 9.386 espectadores (y no se llenó). “¡Doblete infernal de CR7 y paliza lusa para ser líder!”, tituló entonces ESPN en su página de internet.