No hay en la historia del fútbol casos de entrenadores, futbolistas ni dirigentes que protesten cuando reciben elogios en tiempos de triunfos o de títulos ganados por sus equipos. No importa de donde provengan los halagos. Sin embargo, cuando las rachas se invierten, cuando los resultados de los partidos son negativos, o las campañas son pésimas -como es el caso del Emelec 2023-, y por aquello se producen las lógicas críticas los técnicos, jugadores y directivos sí reclaman por los reproches.