Muchos de los aficionados que se desplacen este sábado 1 de junio a Wembley nunca habrán visto al Real Madrid perder una final de la Champions League. Muchos de los que sintonicen el partido por televisión no habrían nacido cuando Alan Kennedy, con el Liverpool, aprovechó un fallo defensivo para evitar en 1981 la que hubiera sido la Séptima del Real Madrid.