Piso 31 del edificio La Previsora. El Bankers Club es el sitio escogido por el alcalde electo de Guayaquil, Aquiles Álvarez Henriques, para conversar con EL UNIVERSO. Dice estar abierto a todo tipo de preguntas. Su postura frente a la cámara y sus gestos no los modifica. Han pasado solo diez meses desde que renunció a la dirigencia de Barcelona SC -tres desde que ganó las elecciones seccionales-, por ello el recuerdo vivo de la vuelta olímpica de los amarillos el año 2020 ante Liga de Quito, en la cancha del estadio Rodrigo Paz, lo explaya y se remonta a los antecedentes de ese encuentro de fútbol.

Aquiles comienza a acostumbrarse a que los despachos ya no huelan a fútbol y césped. En su oficina ubicada en Los Ríos y Clemente Ballén recibió en contadas ocasiones a la prensa deportiva cuando era vicepresidente amarillo. “Voy a extrañar mi oficina de toda la vida, pero voy a estar en una oficina de la gente, es el Palacio Municipal. No la voy a personalizar porque no es una oficina mía”, arranca en la entrevista.

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A dos días de asumir como alcalde, Aquiles -como le gusta que le llamen- se permite hablar del equipo de sus amores, de la sonada victoria canaria del 15 de abril en la Casa Blanca (0-1), de la gestión de Carlos Alfaro Moreno en la presidencia de la institución, de los próximos comicios y del potencial candidato Rafael Verduga.

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Su entorno más cercano y los periodistas que lo conocen de las coberturas de Barcelona SC entendemos que usted es una persona de carácter fuerte, temperamental, muy apasionado en lo que emprende; y revelan que es irreverentemente solidario y comprensivo también. ¿Cómo va a mostrarse siendo alcalde?

Igualito. En todos los aspectos de mi vida me he mantenido de la misma forma, creo que en la vida hay que ser como uno es, natural; y así vamos a ser. Vamos a enfocarnos cien por ciento en el trabajo, vamos a trabajar duro. Usted me conoce del ámbito deportivo, no me gusta hablar mucho. Es que o te dedicas a trabajar o te dedicas a dar entrevistas, y Guayaquil necesita mucho trabajo. La gente quiere que se hable menos y se haga algo. Yo soy un ciudadano más, un ciudadano que sufrió todo lo que ha venido pasando y vamos a luchar por darle ese cambio que Guayaquil necesita.

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¿Cuántas horas le destinaba al trabajo en Barcelona SC?

Barcelona es 24 horas los siete días de la semana. Como dijo Alfaro Moreno (presidente del club): Cuando estás en Barcelona estás en una silla eléctrica 24/7, creo que en el Municipio también va a ser así, pero me encanta trabajar, me encanta el reto de tener la oportunidad de luchar por un cambio en Guayaquil, de buscar cambiarle la vida a la gente con los recursos municipales.

Fotografías dan cuenta de que sigue muy cerca del periodismo deportivo en las ocasiones que asistió al estadio. ¿Le gusta esa faceta?

Me encanta. La extraño. Nunca me imaginé que iba a incursionar para ser candidato para alcalde de Guayaquil. Dios quiso que ganemos y acá estamos. Pero en mi corazón extraño la dirigencia deportiva que es lo que siempre quise; irónicamente tuve que dar un paso al costado, ya no estoy ahí, pero llego al Monumental y siento que es mi casa y siento que es mi gente. He tenido una relación directa siempre con todos los periodistas, con toda la gente de todos los entornos en los que me he desenvuelto. Les tengo un cariño enorme.

Aquiles Álvarez fue presidente de la Comisión de Fútbol de Barcelona SC desde 2015 hasta diciembre de 2018, y después se desempeñó como vicepresidente deportivo. Foto: Francisco Verni

En la actualidad, ¿cuántas horas le alcanzan para ver fútbol y leer la prensa deportiva?

La verdad que muy poco. Según yo lo dejo grabado (el partido) para ver y no he podido. Es algo que extraño. No he podido ir a algunos partidos de Barcelona, me perdí los partidos contra Bolívar y Palmeiras. Quise ir a Ambato al partido como hincha, pero no pude, vi el segundo tiempo por televisión.

Por la coyuntura actual de la inseguridad en la ciudad, ¿le permiten sus asesores que asista con normalidad a los estadios?

No tengo asesores asesores. Tengo gente que comparte conmigo la misma ideología y consultamos temas, pero todos los que comparten los temas conmigo son más amarillos que yo y vamos en grupo cuando tenemos que ir. Nosotros no dejamos de ser, primero que nada, ciudadanos; segundo, no dejamos de ser hinchas. Estoy identificado con Barcelona no solo por mí, mi abuelo fue presidente del club, fue presidente campeón, y yo no voy a ocultar mi cariño y mi sentimiento al club. Obviamente soy hincha. Quisiera ya a mis hijos llevarlos al estadio pero están chiquitos, en su momento espero llevarlos como me llevó mi padre y mi abuelo.

Ha confesado que su abuelo, Aquiles Álvarez Lértora, no le habría permitido ser candidato a alcalde.

Ni mi papá ni mi abuelo. No les gustaba para nada la política, no hubiesen estado de acuerdo para nada, y estoy seguro de que de haber estado ellos vivos no me lo hubieran permitido y yo hubiese hecho caso. Pero así es la vida.

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Alguna vez contó que fue espectador de un partido de Barcelona SC en el cerro donde se levanta ahora la tribuna este del Monumental.

Sí, los acompañaba a mi abuelo y mi papá. Me sacaban una vez de la escuela para ver a Barcelona. Fue un partido nomás. Es algo inolvidable. Hemos estado, de alguna manera, siempre atados con Barcelona en diferentes momentos. Mis tíos también fueron dirigentes. El último familiar mío que fue dirigente de Barcelona fue mi tío David, que estuvo en la Comisión de Fútbol con Leonardo Bohrer, y se les escapó el campeonato por esa maña contra Liga de Quito cuando Santiago Jácome hizo el autogol, pero los árbitros brasileños que había gestionado la Federación Ecuatoriana de Fútbol, por presión de Omar Quintana (antiguo dirigente de Emelec que falleció en abril de 2020), no le dieron como autogol sino como offside, así que se nos fue ese campeonato en Casa Blanca (en la última fecha de la liguilla final del Campeonato Nacional 2002), y hemos estado cerca siempre.

¿Mantiene ese recuerdo entre ceja y ceja?

Es un recuerdo vivo porque fue un partido duro. Me acuerdo de que justo después de esa jugada con Jácome viene un contragolpe de Daniel Garrido y, desde afuera, un zapatazo al poste. Fue un partidazo, inolvidable. También después con Galo Roggiero, el ‘9′ que trajo, de la serie B, porque nos faltaba gol, Rafael Alberto Capurro, y estaba Elkin Soto. Capurro se saca al arquero, y estaba Soto solo y no se la da, y la bota. Increíble las cosas que han pasado en Casa Blanca. Y ahí está, Fabián Bustos, el más criticado, una semana antes (del partido vs. LDU), desde adentro había salido un chisme mentiroso que decía que ya se iba (del equipo), dio el batatazo en Casa Blanca y ganamos 1-0. Así que han quedado en la historia para siempre Beto (Alfaro Moreno) y Bustos como el dirigente y el técnico que de una vez por todas, a pesar de que ya habíamos ganado en el 2020 y fuimos campeones y dimos la vuelta en Casa Blanca, apagaron el tema ganando en 130 minutos, creo, 1-0.

¿Zanjaron la discusión de aquel mito de que Barcelona SC no había ganado en el Rodrigo Paz Delgado?

Ya se zanjó. Y desde mi punto de vista, y con base en la poca o mucha experiencia que haya tenido en la dirigencia deportiva, ahora cada vez que nos toque en Casa Blanca lo más probable es que gane Barcelona porque ya se rompió ese paradigma.

Remontémonos a los tiempos de su niñez. ¿Fue espectador de las dos finales de Copa Libertadores que disputó Barcelona SC en 1990 y 1998?

Por supuesto que fui. Obviamente ahí era muy chiquito, tenía 6 años, me acuerdo poco. La de 1998 la tengo viva, esa Copa la vivimos muy de cerca y tengo recuerdos fuertísimos de esa final que lamentablemente, primero en Brasil, lo que hizo (Luis) Capurro, bombazo afuera, y lo madrugaron a (José Francisco) Cevallos; y ya acá en Guayaquil se complicó, pero Barcelona tenía un equipazo y ha sido esquivo por diferentes motivos ser campeones de América. Yo creo que Barcelona en cualquier momento va a ser campeón de América o de la Copa Sudamericana, sin embargo, tenemos que tener una estabilidad en todos los aspectos. No nos olvidemos que venimos de una pandemia (de COVID-19), casi tres años sin ingresos importantes, y el presupuesto de Barcelona conforme al pedido de la Comisión Financiera no ha superado nunca los 9,5 millones, 10 millones de dólares, si no me equivoco, entonces así es difícil competir. A pesar de eso, Barcelona salió campeón en 2020, semifinalista 2021 de Libertadores, finalista 2022 y ha armado equipos con poquísimo presupuesto. Con poquito (presupuesto) se han conseguido cosas importantes, imaginémonos un Barcelona con un presupuesto como el que tiene Independiente del Valle, 17 millones de dólares aproximadamente; Liga de Quito, 17 o 18 millones de dólares; Emelec, 15 o 16 millones; la diferencia es casi el doble. Entiendo que la gente se queje, pero también hay que hacer un análisis interno. Nosotros somos los más grandes del país, seguimos siendo lo más grande como Barcelona, pero obviamente nos falta un título internacional que lo necesitamos a gritos. Esto es un proceso.

Año electoral. En días pasados instó a funcionarios del actual directorio a no utilizar las plataformas del club para ser candidatos. Ha especificado el nombre de Rafael Verduga, titular de la Comisión de Socios y vicepresidente financiero.

Barcelona primero que nada necesita estabilidad, está peleando la etapa, está a tres puntos del líder (Independiente del Valle) y creo que la puede ganar. Al club hay que darle estabilidad en todos los aspectos. Ya que usted me vuelve a hacer esa pregunta (contesto): Si alguien quiere ser candidato está en su derecho, Barcelona es de todos; pero ser dirigente en gestión ya te da ventaja porque tienes cámara y estás en exposición siempre, aparte manejas la parte financiera y la Comisión de Socios, donde tienes el contacto directo con los socios. Entonces hay que ser justos, objetivos, no mezclar las cosas, y si él (Verduga) quiere ser candidato, lo primero que tiene que hacer, por ética y moral, es renunciar a la Comisión de Socios que él por naturaleza va a buscar manejarla a su favor para capitalizar ciertos votos a favor. Esa es la realidad. Y el que se ponga bravo que se ponga bravo, el que se quiere resentir que se resienta. Nadie puede aprovecharse de su posición dentro de una dirigencia para sacar réditos a su favor en alguna contienda electoral. Si una persona tiene ética, tiene moral y tiene sangre en la cara, tiene que ser objetivo.

Alfaro Moreno ha dicho públicamente que no va a participar en una reelección, pero sabemos que usted desea que él continúe.

Yo soy el que más le he insistido al Beto. Almorzamos prácticamente una vez a la semana, con él y con Xavier Salem, que es mi gran amigo también, con gente de Barcelona, con gente que nos queremos. En esas conversaciones el que más le ha insistido soy yo, pero no tengo que abrumarlo. Si él tiene otro sentido en su corazón, si tiene otra planificación, hay que respetarlo. Vamos a ver cómo se siente terminando la etapa (fase 1 de la Liga Pro Serie A). Si él no quiere, seguramente otros socios se van a interesar. El señor Verduga está en su derecho de ser candidato. Como alcalde no me puedo meter en eso, tengo que mantenerme al margen, pero por supuesto mi corazón de hincha de Barcelona va a ser que yo esté pendiente de que las cosas salgan bien.

(D)