El nombre de Bolívar Merizalde (Guayaquil, 26 de noviembre de 1941) es infaltable en las memorias de los historiadores del fútbol ecuatoriano. No solo la extraordinaria velocidad como atacante del Filtrador lo ha tornado inolvidable para quienes disfrutaron de sus habilidades y goles en la década de los 60 en filas de Patria, Emelec y las selecciones de Guayas y nacional. Lo justifica también el haber sido pieza clave en la ratificación de invencibilidad del Ballet Azul en 1965, año en que el club millonario se consagró campeón invicto de Ecuador.