River Plate echó mano este martes de todos sus argumentos en ataque para doblegar en Buenos Aires al Barcelona, pero el equipo ecuatoriano resistió con una defensa rocosa hasta sacar un empate sin goles y, de contera, deslumbró con el esmoquin rosa del entrenador Segundo Castillo.

El 0-0 en el estadio Monumental mantiene a River Plate y Barcelona en la cima del grupo B de la Copa Libertadores con los mismos 4 puntos al cabo de dos salidas.

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La igualdad dejó conformes a los ecuatorianos mientras causó decepción en la prensa albiceleste, que consideró que la escuadra de Marcelo Gallardo fue muy superior a los guayaquileños.

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“River pagó caro su falta de efectividad: 0-0 con Barcelona de Ecuador”, tituló Olé de Argentina.

“El fútbol es un deporte sencillo de explicar: hay que patear una pelota y gana el que más veces la mete en el arco rival. Lo que ya es difícil de comprender es por qué a River le cuesta tanto sacudir la red y poder gritar gol. Por qué esos tres palos que forman una estructura de 7,32 metros de ancho por 2,44 metros de largo se convierten en escasos centímetros para el equipo de Marcelo Gallardo a la hora de la definición”, dijo.

“Por qué no genera confianza ni siquiera tener un penal a favor, circunstancia en la que el pateador tiene más ventaja sobre el arquero. Esas tres letras, tan lindas de unir y pronunciar, ya son un déficit preocupante en Núñez y que anoche lo llevó a sumar apenas un punto en el Monumental a pesar de la superioridad abrumadora durante los 90 -el desarrollo fue para goleada- ante un Barcelona de Ecuador que sí festejó aunque no le haya apuntado ni una sola vez a los guantes de Franco Armani”, añadió.

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En que La Nación rotuló: “River chocó con Barcelona de Guayaquil y sus propias limitaciones: un 0 enorme en un vacío Monumental”.

“River no levanta. Sigue con la cabeza clavada en el césped, imposible ver hacia arriba, creer que se puede. El equipo millonario empató sin goles con Barcelona, de Guayaquil, en la segunda fecha del grupo B de la Copa Libertadores. No juega bien en el Apertura, no mejora en el torneo internacional. Tuvo un desempeño superior a otros partidos, pero chocó con sus propias limitaciones”, expresó el rotativo.

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“Dispuso de un penal, apenas empezado el partido. El arquero Contreras le cometió una infracción a Sebastián Driussi en el área. Gonzalo Montiel tomó el balón, ya que es un especialista más allá de que falló el último, en la definición por un título contra Talleres. Sin embargo, el delantero se lo pidió, apuntó y falló. El equipo argentino jugó bien a ratos, creó situaciones, pero las fue despilfarrando una tras otra. Marcelo Gallardo no le encuentra la vuelta de rosca al equipo”, agregó.

En tanto que Página 12 reseñó: “El Monumental hizo silencio: sin gente y sin goles de River”.

“El partido tuvo una situación clave cuando apenas se jugaban cuatro minutos: el arquero Contreras le cometió infracción dentro del área a Driussi, y el árbitro Claus cobró el penal para el local. El propio Driussi fue el que ejecutó la falta, y el arquero respondió bien sacando la pelota al córner. La sorpresa fue grande cuando Driussi agarró la pelota cuando Montiel se encontraba en la cancha”, indicó.

“River fue el dominador del partido, y si bien no exhibía un avasallamiento absoluto, fue inteligente para construir situaciones de riesgo. El arquero Contreras se fue convirtiendo en figura con sus apariciones, y los ecuatorianos podían sostener así el empate. Barcelona tenía iniciativa para salir de su campo, pero todo se diluía cuando llegaba hasta la puerta del área”, agregó. (D)

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