Los ídolos de las dos selecciones más potentes de Sudamérica se encontrarán el sábado por primera vez en una final de la Copa América.

Iluminados y divertidos, Lionel Messi y Neymar cruzarán su camino para cumplir con los pronósticos, pero sobre todo con sus deseos de disputar el premio mayor uno frente a otro en el templo del fútbol brasileño.

Los antiguos socios del FC Barcelona opondrán su singularidad en lo que promete ser una exhibición de virtudes en medio de una batalla para llevarse el que para ambos sería el primer título continental.

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El cruce no tiene precedentes, pese a la larga trayectoria de ambos referentes a la cabeza de sus equipos. En ninguna de las seis copas América y tres finales que jugó (y perdió) Messi (2007, 2015, 2016) coincidió con las participaciones de Neymar con la Verdeamarela (2010, 2015, 2016).

En la edición de 2019, el astro brasileño vio desde afuera, lesionado, cuando su selección eliminó a Argentina en semifinales y luego se puso la corona continental.

Ahora, el brasileño elige el mayor desafío. Lo dejó claro el lunes, después de asegurarse una plaza en la final al derrotar a Perú 1-0: “Quiero Argentina (en la final), apoyo Argentina (en la semifinal), porque tengo amigos ahí, y en la final ganará Brasil”, dijo.

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Su deseo se cumplió. El destino, o mejor dicho la actuación decisiva de cada uno para este desenlace, depositó en el Maracaná al ídolo de la seleçao y a sus amigos Messi, Leandro Paredes y Ángel Di María, estos dos últimos compañeros del Paris Saint Germain. En el mismo club también jugó con el mediocampista albiceleste Giovani Lo Celso.

Los cracks pondrán frente a frente su genialidad y marcarán un nuevo hito en la historia de los rivales de siempre. Cualquiera sea el resultado, será igualmente recordado por ganadores y perdedores.

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Otra vez juntos, pero enfrentados

Messi, de 34 años, y Neymar, de 29, compartieron colores y cancha en el Barcelona entre 2013 y 2017, hasta que el brasileño pasó al Paris Saint Germain. Ambos deleitaron a Europa con lo mejor de Sudamérica en un total de 161 partidos, en los que Messi anotó 36 goles servido por Neymar, y una veintena a la inversa, según datos compilados por Transfermarkt.

Como no podrán hacerlo esta vez, celebraron juntos una variedad de títulos, entre ellos el de la Liga de Campeones de Europa en 2014/2015. En el equipo culé, formaron con el uruguayo Luis Suárez la ‘MSN’ entre 2015 y 2016, el mejor tridente del siglo XXI con la casaca azulgrana, de acuerdo con el sitio estadístico.

En la partida del brasileño de España, los compinches intercambiaron mensajes. Messi le expresó cuánto extrañaba “compartir mates a la mañana”, como hacían con el goleador charrúa.

“Para mí eres un ídolo y además un gran amigo”, le respondió Neymar, quien aún brillando en el PSG, a fines del año pasado se sinceró: “Lo que más quiero es volver a jugar a Messi”, señaló a ESPN. “El año que viene (por este 2021) tenemos que jugar juntos seguro”, agregó.

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Así lo harán el sábado. Pero enfrentados y cada uno con paisanos como cómplices: Neymar, con Lucas Paquetá, aliado en los bailes con y sin pelota; y Messi, con su socio de turno, sea Lautaro Martínez, Alejandro Gómez, Rodrigo De Paul o a cualquiera del entorno que lo tiene a gusto y participa de su mejor momento en la selección.

Messi y Neymar han anotado y repartido de lo suyo en esta Copa como los principales asistidores en sus escuadras. El argentino marcó cuatro goles que lo hacen por ahora el mayor goleador del certamen, y entregó cinco asistencias. El brasileño acertó dos veces y habilitó en otras tres.

El Scratch ha demostrado contra Ecuador que no es el mismo sin Neymar; Argentina no quiso siquiera probarse sin su astro, de quien no prescindió ni un solo minuto en la Copa. La Albiceleste se quitó los complejos para rendirse con orgullo a la zurda del 10, y más cuando termina ensangrentada como en la semifinal del martes contra Colombia.

En la puja bilateral, Messi le pisa los tobillos a una leyenda de su vecino. Casi como una provocación, si anota en la final igualará como máximo goleador de las selecciones sudamericanas a Pelé, con 77 tantos, mientras que Neymar suma 68.

Además, Messi marcará en el encuentro su partido número 34 en la Copa América, con el que emparejará el récord de participaciones establecido en los años 1950.

Ni la Pulga ni Ney han conocido derrota en su recorrido a la final, la cuarta entre los dos en el torneo de selecciones más antiguo del mundo. Una fue para Argentina (1937), y dos para Brasil (2004, 2007).

Ambos son esperanzas para inclinar la suerte a favor de uno u otro. Un tiro libre al ángulo, un regate imposible o un taco inesperado... cualquiera de sus toques mágicos puede hacer desaparecer la Copa de la vista de uno y depositarla en los brazos del otro. (D)