La adaptación a la élite no suele ser sencilla, y si no, que se lo pregunten a Gonzalo Plata. El atacante ecuatoriano todavía no ha sido capaz de inaugurar su cuenta goleadora, aunque esto no significa que no haya podido incidir sobre la portería contraria, ya que acumula cinco asistencias en lo que va de curso, la última ante el Girona, en un encuentro en el que constató el paso adelante que viene dando con Paulo Pezzolano. Aunque está convencido de que puede “dar más”, como afirmó luego en rueda de prensa, lo cierto es que hay indicativos que hablan de esa mejoría.

El disparo realizado en el minuto 74, que terminó con una buena parada de Gazzaniga, podría haber supuesto su primer tanto en Primera División, ese que tanto se resiste, a pesar de los 2,38 xG (goles esperados) que le concede la tecnología a estas alturas de temporada y de las varias oportunidades que se le contabilizan a lo largo de la misma. Para entonces, ya había ganado una carrera de fe, la del rechazo de una acción de Cyle Larin, para apurar línea de fondo y asistir desde ahí a Monchu, uno de los nombres propios de las últimas jornadas.

Esa creencia que tuvo en alcanzar ese balón fue una de las premisas que marcaron una actuación edulcorada con tres disparos, tres regates completados y siete pases dados en el último tercio de campo (todos atinados) y que permitió, además, que ganara tres entradas, diez disputas terrestres y recuperara el esférico en cinco ocasiones. Afanado en defensa, donde colaboró con Fresneda, que retornaba al lateral derecho, volvió a buscar aproximarse a Amallah y a Larin tal y como venía haciendo en partidos anteriores.

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Y es que, en esa posición, un tanto más centrada, ha participado en tres de los seis goles marcados por el equipo desde la llegada del nuevo entrenador; uno por partido. Así, contra el Mallorca, salió ganador del duelo aéreo provocado por el centro pasado de Iván Sánchez al segundo palo, mientras que en La Cerámica, frente al Villarreal, la anticipación de Joaquín fue a sus pies y combinó con sus dos compañeros en vanguardia en el primer gol blanquivioleta.

Luego, como a los demás, le tocó bregar, si bien las casi cinco recuperaciones por envite y los siete duelos ganados de media en los tres últimos han elevado sus promedios de la temporada, como acontece también con los quiebros. Frente a los 1,8 regates de media general del curso, ha completado ocho en estas tres últimas jornadas, una cifra no demasiado alta, pero prometedora, teniendo en cuenta a lo que al Real Valladolid le tocó jugar durante bastantes minutos; más de los deseados por su técnico, como este ha llegado a confesar. Con todo, este rendimiento reciente permite ver visos del Plata que fue en bastantes momentos del pasado año y tan anhelado en el presente, en el que, no obstante, todavía puede ser importante. (D)