Fernando Diniz, técnico de Fluminense y seleccionador interino de Brasil, es uno de los entrenadores más elogiados del país por su carácter innovador y su opción por el fútbol-arte, pero no cuenta con ningún título de importancia que le dé valor a su propuesta.

Tal condición podrá cambiar el próximo sábado, cuando Fluminense dispute con Boca Juniors el título de la Copa Libertadores 2023, en una final a partido único en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.

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El título le permitiría al técnico nacido hace 49 años, en la pequeña y conservadora ciudad de Patos de Minas y formado en psicología, incluir en su currículo una hazaña que demostrará que el fútbol ofensivo y osado, tan criticado por los más pragmáticos, también consigue resultados.

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El entrenador del Flu tiene un estilo ofensivo y osado, le gusta controlar el balón y envolver al adversario con pases para abrirle espacio a los delanteros, al punto que sus admiradores ya acuñaron el término ‘Dinizismo’.

Fue ese término que la FIFA usó para felicitarlo en julio pasado, cuando fue nombrado simultáneamente como seleccionador interino de Brasil hasta 2024, para cuando se espera la llegada del italiano Carlo Ancelotti. “Dinizismo en el fútbol brasileño. Le llegó la hora al fútbol- arte. Buena suerte en esa misión”, publicó la FIFA en el perfil oficial del Mundial 2026 en las redes sociales.

Sin títulos importantes

Pese a su elogiado estilo, Diniz carece de títulos expresivos desde que comenzó su carrera como entrenador al frente del desconocido Votoraty, en 2009, un año después de colgar las botas como centrocampista.

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Su título más importante es un torneo regional, el Campeonato Carioca, conquistado este año con el Fluminense. Antes fue campeón de la tercera división del Campeonato Paulista al comando del Votoraty (2009) y de la Copa Paulista al frente de ese equipo (2009) y también del club Paulista (2010).

Y oportunidades no le faltaron porque en 2016, cuando su trabajo comenzó a ser reconocido, llegó a la final del Campeonato Paulista como entrenador del Audax, derrotado entonces por Santos.

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Tras su paso por el Audax, Diniz saltó a la primera división como comandante de clubes con tradición y equipos con opciones a títulos, como el Athletico Paranaense, São Paulo y Santos, pero de todos fue despedido por falta de resultados.

Fracasó en Vasco

En 2021, fue nombrado adiestrador del Vasco da Gama con la misión de sacar al club de Río de la segunda división, lo que no consiguió. Pese a ese fracaso, en 2022 fue contratado por el Fluminense, con el que viene teniendo el mejor momento en su carrera.

Diniz, que divide a los hinchas en dos entre los que no ahorran elogios para alabarlo y los que dudan totalmente de su capacidad para mostrar resultados, también generó divisiones al ser nombrado como seleccionador brasileño.

Inicio irregular con la selección

Sus resultados con la Canarinha parecen dar razón a los críticos.

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Acumula dos victorias, un empate y una derrota en cuatro partidos de las eliminatorias del Mundial 2026, en los que encajaron cuatro goles.

Su antecesor, Tite, coleccionó 24 victorias, 5 empates y ninguna derrota en 29 partidos de las eliminatorias de los mundiales 2018 y 2022, en los que Brasil solo recibió ocho goles.

Llegó a la selección tras ser considerado como el mejor técnico de Brasil por haber llevado a Fluminense al tercer puesto de la Liga de 2022, lo que le garantizó el cupo a la Copa Libertadores.

También conquistó el Campeonato Carioca con una victoria sobre Flamengo.

Igualmente por haber metido al Fluminense en la final de la Libertadores con la mejor campaña de este año, en la que incluso goleó por 5-1 en el Maracaná al poderoso River Plate, el más enconado rival de Boca Juniors. (D)