Segundo Castillo es mucho más que el técnico de moda en la Copa Libertadores. Detrás del personaje que acapara todas las miradas por su estilo y elegantes atuendos hay una carrera cargada de experiencia, títulos y momentos inolvidables, incluyendo un destacado paso por la Liga MX. El actual entrenador de Barcelona SC lo deja claro con una frase que resume su mentalidad competitiva: “La Libertadores es nuestra Champions”, dijo con orgullo.
Y no exagera. Su presente lo encuentra en la élite del fútbol sudamericano, pero sus raíces lo vinculan directamente con el fútbol mexicano, donde también dejó una huella imborrable.
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Durante su paso por la Liga MX, Castillo jugó en tres clubes: Pachuca, Puebla y Dorados de Sinaloa. En Pachuca disputó 52 partidos, convirtió 4 goles y acumuló más de 4.100 minutos en cancha, con una presencia firme en el medio campo.
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Luego, en Puebla jugó 20 encuentros y anotó 1 gol durante la temporada 2013. Más tarde, en Dorados fue parte clave del equipo con 37 partidos y 3 goles entre 2015 y 2016, y también logró levantar un título. Su experiencia en México le dio rodaje internacional y una visión táctica que hoy pone en práctica desde el banco.
Además de su paso por México, jugó en Everton y Wolverhampton en Inglaterra, y disputó una temporada en el Al Hilal de Arabia Saudita. En total jugó 526 partidos, convirtió 53 goles y obtuvo seis títulos repartidos entre Ecuador, Serbia, México y Arabia Saudita. Y fue parte de la selección de Ecuador, en la clasificación al Mundial de Alemania 2006, y también participó del proceso rumbo a Brasil 2014.
Pero más allá de la táctica, hay un factor que lo hace único: su estilo. Desde que Barcelona eliminó a Corinthians en Ecuador, no se habla solo de su planteo, sino de su look. Tanto es así que hasta la revista Vogue le dedicó una nota por su esmoquin blanco con moño negro. (D)