La reacción de Kylian Mbappé y del entrenador del Paris Saint-Germain, Christophe Galtier, a la petición de que el club use el tren en lugar en lugar de avión privado para sus desplazamientos cortos generó duras críticas en Francia.

Galtier y Mbappé se rieron de la sugerencia de un directivo de la empresa estatal ferroviaria SNCF, Alain Kraskovitch, para que el club use más el tren en trayectos cortos, ya que el ferrocarril se adapta a sus necesidades en términos de “seguridad, rapidez, servicios y eco-movilidad”.

Preguntado durante la conferencia de prensa previa al encuentro de Liga de Campeones de mañana ante la Juventus, Galtier se miró con Mbappé y este último estalló en carcajadas, hasta el punto de que tuvo que bajar la cara para que no se viera cómo se tapaba la boca, lo que contagió a parte de los asistentes.

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Galtier, mientras tanto, mantiene un poco mejor el tipo, pero también sonríe y se tapa la boca para evitar que se aprecie su risa.

“Perdone, me temía que íbamos a tener esta pregunta -responde Galtier con cara seria- Para ser sinceros, esta mañana hemos hablado con la empresa que organiza nuestros desplazamientos, estamos mirando si podemos pasarnos al carro de vela”, añade con sorna.

En las últimas horas, las redes sociales se llenaron de críticas, acompañadas de vídeos en los que se ve a otros equipos de alto nivel y con estrellas en sus plantillas moviéndose en ferrocarril, como el Milan o la Juventus en Italia, o el Liverpool en Inglaterra.

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“Qué ejemplo para los jóvenes y quienes les ‘admiran’. Payasos”; “La sobriedad energética es para la plebe. Pobres tipos”; “Es una pena responder de forma absurda y condescendiente”, “No es un tren sino una cesta de ensalada lo que se merecen estos dos”... son algunos de los comentarios críticos que se pueden ver en redes.

Otras de las críticas reprochan que ni Galtier ni Mbappé, intentarán argumentar motivos de seguridad o de logística, como los horarios nocturnos, sino que se limitaron a reír y al comentario del técnico.

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La propuesta de Kraskovitch había sido apoyada por la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, quien puso como ejemplo al Betis español y su cooperación con la compañía ferroviaria estatal Renfe.

El pasado viernes había sido la ONG antiglobalización Attac la que había cargado contra el futbolista argentino Leo Messi dentro de una campaña en las redes sociales contra los vuelos privados.

Bajo el título “Los ultra-ricos destruyen el planeta”, Attac desveló que “de junio a agosto, Lionel Messi ha realizado 52 vuelos con su avión privado, es decir 1.502 toneladas de CO2 (dióxido de carbono). Es tanto como un francés en 150 años”.

El debate se inscribe en el generado por varias ONG por todo el mundo en las últimas semanas sobre el nivel de contaminación que generan los aviones privados en relación a las pocas personas que transportan. (D)

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