Las protestas públicas de Mauricio Pochettino contra el árbitro y el comportamiento iracundo de Nasser Al-Khelaïfi en el palco del Santiago Bernabéu les pueden costar muy caro a ambos. La UEFA es poco condescendiente con este tipo de comportamientos. El artículo 51 del reglamento de la Champions recoge lo siguiente: “Las disposiciones del Reglamento Disciplinario de la UEFA se aplican en las infracciones cometidas por clubes, oficiales, miembros u otras personas que actúen en un partido en nombre de una asociación o club, a menos que el presente reglamentariamente estipule lo contrario”.