Cuando el PSG decidió poner a la venta a Neymar, allá por el mes de mayo, lo que no sabía el conjunto parisino es que se iba a encontrar una versión disciplinada del brasileño en pretemporada. El exjugador del Barcelona adelantó sus vacaciones del 11 al 4 de julio, se puso a tono físico desde el primer momento y no quiso saber nada de un eventual traspaso. Ese compromiso, unido a su determinación en la Supercopa contra el Nantes en la que marcó dos goles, evidencian que Ney está de vuelta, aunque sea de forma paulatina.