La imagen de Samuel Eto’o, engrandecida como notable delantero del FC Barcelona, está manchada por una serie de problemas, algunos de ellos de orden judicial. En el 2022 admitió haber cometido fraude fiscal de su época como jugador del Barça y pactó una pena de 22 meses de prisión suspendida y una multa de 1,5 millones de euros.

No fue la única de sus polémicas, ya que luego Eto’o pateó a un youtuber durante el Mundial de Qatar; en 2023 aceptó ser embajador de una casa de apuestas pese a que aquello está prohibido por FIFA y, según reveló el medio camerunés Cam Foot, el último escándalo lo implica en la compra de árbitros para facilitar el ascenso del Victoria United (camerunés).

A Eto’o, de acuerdo al diario AS, de España, ”en lo deportivo tampoco le van bien las cosas. Camerún fue al Mundial 2022, pero en la Copa Africana 2023 cayó en octavos de final ante Nigeria (2-0). Un torneo que ha acrecentado sus tiranteces con el portero André Onana. El medio Sport News África indica que Onana le recriminó a Eto’o que no interviniera en la decisión del seleccionador Rigobert Song por su suplencia. Hubo un choque de trenes entre ambos”.

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Un lío tras otro

Y como Eto’o vive en crisis permanente ya sufrió otra controversia. Según el portal especializado Foot Mercato, la Federación de Camerún suspendió a 62 jugadores por fraude de edad. “Los propios futbolistas se habrían identificado con una doble identidad para así mostrar una fecha de nacimiento que les interesaba”, remarca AS.

Entre esos 62 ‘niños con bigote’ se encuentra Wilfried Nathan Douala, volante del Victoria United, que fue seleccionado y jugó para Camerún en la última Copa Africana. Esto podría acarrear sanciones para el conjunto que anteriormente dirigía Rigobert Song.

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Adulterar documentos de identidad, dice AS, “es una maniobra bastante común en el continente africano, ya que algunos países carecen de censos en ciertos municipios, y gran parte de los habitantes también carecen de documentación. A su salida del país originario, presentan una documentación que posiblemente no sea real, creando así una identidad falsa”. (D)