Tomaron rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 la surfista Dominic Mimi Barona y su entrenador Mario Gambellini, con un cargamento de doce tablas y con la incertidumbre de si la prueba tendrá lugar finalmente en una piscina de olas o en el mar de Tsurigasaki, debido a la “variabilidad de las condiciones oceánicas”. La delegación ecuatoriana de este deporte, conformada por ellos dos, salió la noche del viernes pasadas las 23:00 desde el aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

La playa de Tsurigasaki, en la tranquila localidad costera de Ichinomiya (unos 80 kilómetros al oeste de Tokio), es la sede olímpica del surf. La variabilidad de las condiciones oceánicas, sin embargo, obliga a los organizadores a contar con un plan B: llevar la competencia a una piscina de olas y tentativamente se realizaría en el Surf Stadium Shizunami, según dijo Gambellini a EL UNIVERSO minutos antes del desplazamiento.

Tsurigasaki está ubicada en la costa de Chiba y está plenamente expuesta al Pacífico. Además, es una de las zonas más apreciadas por los surfistas japoneses por la constancia de sus olas, señala un cable de la agencia Efe.

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Pero en Tsurigasaki no son frecuentes las olas de altura imponente -salvo que pase un tifón por la zona- típicas de otras sedes de torneos internacionales de surf, lo que favorecerá a los surfistas más técnicos y a competidores locales bien conocedores de estas aguas.

De hecho, debido a la variabilidad de las condiciones oceánicas, el calendario para las pruebas olímpicas de surf será flexible entre los días 25 de julio y 1 de agosto, de forma que se compita cuando haya mejores olas.

Esa circunstancia la analizó Mimi, en entrevista con EL UNIVERSO el pasado martes. “Hay que tener la mente fría, hay mucha emoción de por medio, mucha ansiedad. Pero viene aquí la parte mental: hay que ir a probar las tablas en el lugar del evento, ver las condiciones del mar, adaptarse al horario. Hay muchas más cosas de qué preocuparse. Voy a darlo todo en cada heat”.

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En busca de ‘alguna medalla’

Mimi habla con mesura del hecho de formar parte del selecto grupo de las veinte mejores surfistas del mundo y reconoce “el nivel excepcional” de cada uno de los participantes. “El nivel va a ser el más fuerte y todos van a buscar las medallas olímpicas”.

“Ahora vamos por el siguiente paso que es ir en busca de una medalla olímpica”, apuntó la dos veces subcampeona del Mundial.

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Entre las llamadas a llevarse medalla están la francesa Johanne Defay, la australiana Sally Fitzgibbons y la estadounidense Carissa Moore, mientras que en la categoría masculina están los brasileños Gabriel Medina e Italo Ferreira, que encabezan el ranking de la WSL, o el japonés Kanoa Igarashi, estrella de su país y reciente plata en los World Surfing Games.

Incertidumbre por posible tifón

En la cita nipona, los deportistas en surf podrán tomar un máximo de 25 olas por serie, se contarán las dos con la puntuación más alta para su total de la serie.

La tricolor dice que una vez establecidos en la sede inicial de la prueba (Tsurigasaki), podría descifrar la estrategia a utilizar, puesto que las olas en Japón “varían mucho” y “es de los lugares con más variantes que he visto”.

Por ello, la de Montañita no adelanta en qué momento intentaría dar el golpe de autoridad sobre sus rivales.

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“Ahora no lo sabemos”. “Un par de horas analizando, ver dónde está el mejor pico: si el mar está pequeño, usar una estrategia; si el mar está grande, usar otra estrategia. El tiempo (hay que) dividirlo, y de ahí es que viene un plan de trabajo junto con mi entrenador. En Japón varían mucho (las olas), un día pueden ser de tres metros (de altura) y al día siguiente casi sin olas”, explicó.

“Estamos analizando el pronóstico del tiempo, aparentemente se acercaría en esos días un tifón, mucho viento, entonces va a haber olas de viento. Los primeros días quizá se cancele el evento, pero por suerte tenemos un periodo de espera. Todo esto lo vamos a saber cuando lleguemos”, señaló.

Su entrenador, Mario Gambellini, le dijo a EL UNIVERSO que a Japón llevaron un cargamento de doce tablas, “porque todavía no se ha definido si el campeonato va a tener lugar en una piscina de olas o en el mar; si es en el mar hay una necesidad de una gran cantidad de tablas, por si acaso o no, por la variante natural. No hay nada confirmado”.

Formato de competición

El sistema de competición se asemejará al de otros campeonatos internacionales reconocidos por la Asociación Internacional de Surf (ISA), con rondas preliminares de cuatro surfistas como máximo en el agua en las que cada uno podrá tomar un máximo de entre 10 y 15 olas.

Los surfistas, todos ellos de shortboard (tabla corta), irán progresando a lo largo de tres rondas preliminares, y después cuartos de final, semifinales y finales, a las que accederán solo cuatro deportistas que se repartirán las medallas.

El jurado concederá puntos con un sistema decimal a los atletas en cada ola que surfeen, de las cuales contarán las dos mejores puntuaciones. Se valorarán la variedad y la complejidad en las maniobras, teniendo en cuenta criterios como la velocidad, la fuerza o la fluidez en sus movimientos.

En los Juegos habrá 20 surfistas masculinos y 20 femeninas, y cada país contará con dos representantes como máximo en cada categoría. (D)