Glenda Morejón cumplió apenas 24 años en mayo pasado, pero su trayectoria deportiva tiene una brillantez formidable. El portal oficial de los Juegos Olímpicos de París 2024 la coloca entre “las estrellas latinoamericanas a seguir” en las pruebas de marcha. El 1 de agosto la ibarreña fue sexta en los 20 kilómetros y se adueñó de un diploma olímpico.
Hoy, Morejón es séptima en el ranking mundial de los 20 kilómetros. Además, otras notables credenciales la ubican como aspirante a subirse al podio en la prueba de relevos mixtos, en la que competirá junto al andarín cuencano Daniel Pintado, ya bañado de oro en París 2024.
En los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 Morejón ganó presea de plata y una presea dorada en la modalidad que, con Pintado, espera conseguir medallas este miércoles 7 de agosto. La lista de éxitos de la marchista ecuatoriana incluye haber sido campeona del mundo en la categoría sub-18, en Nairobi (Kenia), en los 5 kilómetros en el 2017. En junio del 2019 impuso el récord mundial sub-20 en La Coruña, España, con un tiempo de 1 hora, 25 minutos, y 29 segundos (su mejor marca personal).
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Trato vergonzoso
Y en el 2022, en Omán, en el Mundial de Marcha, Morejón se coronó en los 35 kilómetros. Sin embargo, fue en Nairobi donde lo realizado por la tricolor tuvo una repercusión universal por las increíbles dificultades que superó para consagrarse y por las vergonzosas condiciones en que participó.
El 15 de julio de 2017 la marchista, entonces de 17 años, registró 22 minutos, 32 segundos, 30 centésimas en los 5 kilómetros. Ese histórico día Morejón dejó atrás a la competidora turca Meryem Bekmez (22m32s79c), y a la rusa Elvira Khasanova (22m35s72c).
Luego del éxito de la imbabureña en Nairobi se hicieron públicos varios acontecimientos tercermundistas ocurridos tras bastidores. El entrenador Giovan Delgado comentó, al volver Morejón a Ecuador, que para el Mundial Sub-18 “Glenda estaba en óptimas condiciones”, lo que lo hizo pensar en que “el título no era imposible”. Por eso, en Ibarra, antes del viaje a Kenia hubo una ardua tarea para recolectar fondos.
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Venta de chochos y salchipapas
“La familia y la propia Glenda se dedicaron a vender chochos, salchipapas y otras cosas en eventos. Además, los chicos de la Escuela de Atletismo Tarquino Altamirano hicieron una colecta. La Federación Deportiva de Imbabura también apoyó. Se reunieron cerca de $ 1.200″, reveló el guayaquileño Delgado, quien no fue a Kenia y aconsejaba técnicamente a su pupila por teléfono.
Con base en una charla con los padres de la atleta, Luis Morejón y María del Carmen Quiñones, el 21 de julio de 2017 EL UNIVERSO contó que “el obstáculo más grande (para la marchista campeona mundial sub-18) es el económico. La beca de $ 60 que recibe de la Federación Deportiva de Imbabura es poca cosa, si se toma en cuenta que el hogar se sostiene con lo que doña María del Carmen pueda ganar en un puesto de frutas que tiene en el Mercado 24 de Mayo, en Otavalo. Don Luis es docente, pero no trabaja. Hace años buscó empleo y no lo contrataron en ninguna parte. Luego prefirió cuidar de sus hijos y encargarse del cuidado de la casa”.
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EL UNIVERSO agregó en esa publicación del 2017 que “las necesidades se reflejaron en que Glenda Morejón no tuviera un par de zapatos para entrenar en los días previos al Mundial. Los que tenía, de tanto entrenar, terminaron con huecos. Entonces (ella) optó por practicar con los mismos que competiría en Nairobi, hasta que los desgastó y los perforó entrenando. Pero esas barreras solo alentaron más a la atleta”.
Zapatos semidestruidos
El padre de la marchista relató: “Los zapatos normalmente le duran dos meses, pero en el último entrenamiento el par solo le duró tres semanas y con el parche que le puse, un mes”. Antes del viaje, Morejón tuvo que usar sus zapatos de competencia en los entrenamientos; eso debido a que los de práctica estaban agujereados en la parte del talón.
Que con zapatos semidestruidos Morejón se convirtiera en reina mundial sub-18, en los 5 kilómetros marcha en Nairobi 2017, tuvo repercusiones a todo nivel. “Lamento lo sucedido con Glenda Morejón. Qué pena que recién cuando se trae una medalla de oro descubrimos al héroe. Eso no puede volver a pasar”, dijo Lenín Moreno, presidente de la República, el 22 de julio de 2017. El interés oficial llegó tarde.
El 10 de julio de 2019 Andrea Sotomayor, ya no ministra sino degradada a secretaria del Deporte durante el régimen de Moreno, explicó que el tema de los zapatos con hueco de Morejón les sirvió de ‘alerta’. “En el caso de Glenda, al lograr su medalla (de oro) nos hizo dar cuenta de que su categoría (juvenil) debía estar en el Alto Rendimiento. Siempre le agradezco que nos haya hecho dar cuenta de eso. Pero ella llegó a Nairobi para ganar una medalla con dinero del Estado, alguna ayuda hubo”. (D)
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