Por Fabricio Coronel Lascano

Luis Bajaña Pérez no quiere Cien años de soledad, como el título de la obra cumbre de Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura de 1982. Lo que el hijo ilustre de Mocache desea es algo parecido: cien años de natación. El brillante protagonista de uno de los hechos más notables en la historia reciente del deporte nacional conversó con EL UNIVERSO sobre lo que hizo en Qatar, durante el Mundial de Natación Máster de Doha 2023, en febrero anterior.

En el certamen de carácter oficial, organizado por la Federación Internacional de Natación Amateur (FINA, el equivalente a la FIFA del deporte citado), Bajaña confirmó que su vigencia en las piscinas continúa inalterable y que la edad es el menor de sus problemas (si es que el calendario representa un inconveniente para él. Al parecer, no).

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¡Luis Bajaña, a lo Lionel Messi en Qatar! El Club Sport Emelec tiene a su primer bicampeón del mundo

En Doha, Bajaña se subió a lo más alto del podio, para lucir la medalla de oro en su cuello en las pruebas de 800 metros libre (11 minutos, 11 segundos y 41 centésimas en la categoría de 70-74 años. Compite en esa división, aunque tiene 69 años y ocho meses de edad) y en los 400 libre (5 minutos, 28 segundos y 82 centésimas).

Luis Bajaña, un medallista máster

El nadador que hace seis décadas se zambulló en la piscina del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte -empezó a practicar natación por recomendación médica para contrarrestar el asma- es hoy el primer bicampeón mundial que tiene el Club Sport Emelec, divisa a la que representó en Asia.

En la charla con este Diario el integrante de la selección que ganó para Ecuador el Sudamericano de Natación de Guayaquil 1978, profundizó en los aspectos que hacen que lo mantenga con un gran estado de forma. Bajaña, quien también es campeón máster de Sudamérica y Panamericano, repasó su destacado desempeño en el Medio Oriente.

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¿Cómo consigue mantenerse en vigencia deportiva a medio siglo y fracción de haber comenzado como nadador?

Cuando tenía 13 años, casi 14, empecé a nadar. Participaba en los torneos colegiales y luego fui seleccionado de Guayas y posteriormente del Ecuador en la década del 70, hasta 1978. Desde ahí me mantuve; me retiré y empecé a dar mis clases de natación, pero seguí vinculado a las competencias. Ricardo Vasconcellos Rosado, y otros dirigentes que fueron ganadores, en 1973 crearon la Asociación de Nadadores Máster y en 1975 se hace el primer campeonato. Yo ya sabía de eso. Terminaba mi carrera como nadador de alto rendimiento y pasaba allá, a esa división. En 1983 se retomaron los cruces del río, desde Durán a Guayaquil. Participé siete veces y las gané. En 1993 fue la última vez que participé e hice un récord en distancia.

Sobre su régimen de entrenamientos, ¿cómo logra mantener un buen estado físico?

Yo empecé a nadar porque era asmático. Los médicos me mandaron a hacerlo, pero yo quería ser un futbolista. Nadé, me curé un poco, volví a jugar fútbol. Pero sufrí una crisis de asma y el doctor me ordenó: tienes que nadar. Empecé en el colegio Vicente Rocafuerte y durante casi 54 años nado una vez al día, o por lo menos en una semana dos o tres veces. Yo, en mi casa, me lanzo a nadar 1.000 metros o incluso 1.500. En esta última parte se hizo un programa dependiendo de las pruebas del Mundial y de los tiempos que yo tenía. Por mi edad no puedo hacer mucha fuerza, simplemente nado y tengo una buena dieta en la que mi hija me ayuda, ya que es nutricionista. Ella me la elabora y eso me ayuda a complementar la preparación.

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Luis Bajaña Pérez, ganador de dos medallas de oro en el Campeonato Mundial de Natación Máster. Foto: Ronald Cedeño

¿Este es su mejor momento como nadador?

Bueno, sí, como nadador yo creo que sí. Porque el tiempo que hice en los 800 y en 400 metros aparte de ser récords nacionales, también lo son a nivel sudamericano.

¿Qué sintió al ver su nombre en el marcador electrónico en primer lugar en el Mundial de Doha 2023?

Me tocó nadar en una serie antes de los considerados favoritos, con competidores de mayor y menor edad, entre 75 y 65 años. Gané mi serie con alrededor de unos 30 metros de ventaja. Lo primero que hice fue ver ahí mi nombre, al tope, y la verdad es que fue increíble. Mi nombre, Luis Bajaña Pérez, en letras grandes y muy brillantes. Esas son las cosas que hacen que se te infle el pecho de orgullo.

¿Se ve en el futuro listo para competir en la categoría 96-100 años?

Si quisiera, la verdad. Ahora veo que una señora canadiense 99 años compite en los campeonatos nacionales de Estados Unidos. Nadó casi todas las pruebas de estilo (50-100-200 y 400). Luego nadó carreras en espalda y después pecho. En esa edad realmente deben haber unos diez nadadores en el mundo de esa categoría. La hazaña es nadar, cumplir un tiempo y establecerlo como marca mundial. Esas cosas así te animan. Yo pienso que al tener la piscina en casa, a unos 20 metros de mi cama, sí podría hacerlo. Sería un reto, sí. Me gustaría.

¿Recordó a alguien en especial en la ceremonia de premiación en el Mundial?

Sí, pensé en mi mamá. Volví a pensar en mi hermano. Pero siempre pensé en todas las personas que antes de irme a Qatar me deseaban suerte. Lo tomaba como un aliento, pero los que me decían tienes que ir a ganar la verdad me ejercían un tipo de presión. Al final, a los que me presionaron les dije: cumplí tu deseo (risas).

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Bajaña es el primer bicampeón mundial de natación que tiene Emelec porque en febrero pasado se colgó la presea dorada en los 800 metros libres. Foto: Ronald Cedeño

¿Cómo pudo financiar este viaje? ¿Quién lo respaldó?

Yo mismo lo hice. No recibí apoyo de nadie y me terminé endeudando con $ 3.200. Aquí no hay ningún tipo de ayuda, salvo que por ahí te pueda dar algún amigo que sea dueño de una empresa exitosa y te diga “te voy a regalar $ 500 para el pasaje”. Pero sinceramente yo no me atrevo a pedir dinero. Me da vergüenza.

¿Qué mensaje le manda a los jóvenes que dejan la práctica del deporte por darle más tiempo a las redes sociales?

A ver, yo considero a la natación como un deporte medicinal. En mi caso era asmático, pero aparentemente tengo una buena salud. Pero yo creo que todos deben nadar. Les aconsejo a los muchachos que hagan otras cosas y dejen de hacer las malas para practicar deporte. Cualquier deporte que hagan en la adolescencia les va a quedar una herencia benéfica para cuando sean mayores. Cuando ya tengan una edad avanzada, van a recordar esos momentos actuales, cuando pueden practicar algún deporte. (D)