Cuando en marzo de 1938 cuatro jóvenes guayaquileños (Luis Alcívar, Ricardo Planas, los hermanos Carlos Luis y Abel Gilbert) conquistaron en Lima el Campeonato Sudamericano de Natación y le dieron a Ecuador su primer gran título internacional de la historia, EL UNIVERSO tuvo su bautismo en coberturas deportivas en el exterior con enviados especiales.

Testigo de esa consagración inédita fue Humberto Salinas Michi, primer periodista de este Diario que viajó fuera del país para comunicar las incidencias de un torneo deportivo. “Información cablegráfica de nuestro enviado especial, señor Salinas Michi”, se resaltaba en cada texto publicado y “foto enviada por aéreo” en toda gráfica despachada desde Perú por el guayaquileño, nacido el 6 de abril de 1911.

De la desigual batalla que los ecuatorianos librarían contra selecciones poderosas (varias integradas por experimentados nadadores olímpicos) en la Piscina Municipal de Lima, se refirió Salinas Michi: “Aunque se tiene por seguro que Argentina obtendrá el campeonato, dado el número y calidad de sus nadadores, los comentarios se concentran en el chance individual para cada prueba, habiendo quienes asignan a nuestro nadador Alcívar un puesto preferente en sus deducciones”. Las sorpresas comenzaron a darse el 22 de marzo de 1938, en la final de 1.500 metros libre. Carlos Luis Grillo Gilbert venció con actuación formidable a los chilenos Berroeta, Guzmán y Arrechandieta; los argentinos Zucal Gallardo y Minar; y el peruano Chocano. Así inició su colección de cuatro preseas de oro.

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Humberto Salinas Michi (der.), enviado especial de EL UNIVERSO al Sudamericano de Natación de 1938, en Lima. Cerca de él, Carlos Luis Gilbert tras ganar los 1.500 metros libres. Foto: Archivo

De la coronación del Grillo en los 200 metros libre, el 24 de marzo, Salinas Michi escribió: “El triunfo de Gilbert, que ha sido considerado como la revelación de un nuevo valor continental, fue calurosamente saludado por el inmenso público que rodeaba la piscina”.

Las opciones de Ecuador de ganar el título nacieron con las proezas del Grillo y se afianzaron con la furiosa potencia náutica de Alcívar, llamado en Perú la Lancha del Norte. En la capital inca cada éxito de los porteños incrementaba su legión de admiradores. Lo confirma una “nota cablegráfica” del “redactor especial”: “La mayoría de ecuatorianos residentes en Lima se dieron cita anoche en el Hotel Maury invadiendo los pasillos y salones para llevar sus personales saludos y felicitaciones al compatriota Luis Alcívar por su excepcional performance. La bulliciosa caravana dio libre curso a la emoción contenida durante el desarrollo de las pruebas y tanto Alcívar como Planas fueron objeto de innumerables felicitaciones que se prolongaron hasta que Arduino Tomassi manifestó a los concurrentes que era hora de que los muchachos se retiraran al reposo, de acuerdo con su estricta reglamentación”.

Y del desbordado entusiasmo que generó Alcívar al conseguir oro en 100 metros libre, ante 5.000 espectadores, contó el enviado: “Cuando ganó Alcívar, el presidente de la delegación, señor Adolfo Gómez Santistevan, se adelantó a abrazarlo y el público prorrumpió en grandes aclamaciones, que se repitieron cuando el presidente de la República (de Perú) los hizo llamar al palco oficial para felicitarlos. (Arduino) Tomassi (entrenador) y Planas fueron objeto también de grandes demostraciones de simpatía, resultando el primero medio asfixiado por los abrazos de sus admiradores”.

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‘Cuatro titanes’

De la última jornada, el 27 de marzo de 1938, cuando Ecuador asombró al planeta, Salinas Michi envió una nota que nueve décadas después aún se lee con la piel erizada: “La hazaña asombrosa, jamás vista en los anales del deporte continental, que acaban de realizar nuestros nadadores, es algo que nos debe enorgullecer en grado máximo y que creemos imposible sea imitado por otras naciones del mundo. Esa hazaña la queremos sintetizar en cortas palabras al mencionar a sus autores. Cuatro ases son los intrépidos y bravos exponentes de nuestro deporte náutico, orgullo de nuestra querida patria y orgullo de América toda. No son cuatro hombres, son cuatro titanes, cuatro modelos de disciplina, de técnica, de moral. Sus nombres pasarán a la historia como han pasado muchos de acciones homéricas y que nos han dado libertad y honor: Carlos Luis Gilbert Vásconez, Luis Alcívar Elizalde, Ricardo Planas Villegas y Abel Octavio Gilbert Vásconez”.

Carlos Luis Gilbert, la gran figura de Ecuador en el Sudamericano de Natación de 1938, en Lima. Foto: Archivo

Ecuador se consagró monarca de Sudamérica en la fecha final, gracias al primer y segundo lugar del Grillo Gilbert y del Pechón Planas en los 800 metros libres, respectivamente (resultados que bajaron del liderato a Perú y sirvieron para que los Cuatro Mosqueteros del Guayas completaran 108 puntos, contra 90 del país anfitrión). Conmovido, Salinas Michi relató así la ceremonia de premiación: “Los ecuatorianos que presenciamos anoche el resonante triunfo de nuestros nadadores no podremos reponernos en mucho tiempo de la emoción experimentada al escuchar las notas sublimes de nuestra canción patria, mientras los colores sagrados ascendían en el mástil del triunfo, ondeando alegremente a la caricia del viento”.

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De regreso, en un vapor

El 29 de marzo El Comercio, de Lima, dijo: “Un colega, el señor Humberto Salinas Michi, enviado especial al Campeonato Sudamericano de Natación, por Diario EL UNIVERSO, de Guayaquil, estuvo anoche en esta casa para despedirse pues retorna a su país a bordo del (vapor) Orduña (...) Nos dejó constancia de su agradecimiento por las facilidades que se le han brindado durante su permanencia en esta ciudad”.

Humberto Salinas Michi laboró 56 años en EL UNIVERSO. Foto: Archivo

Salinas Michi “trabajó en nuestra empresa por más de 56 años. Aportó a la consolidación del prestigio de EL UNIVERSO y estuvo en importantes coberturas periodísticas; en los últimos años laboró en la administración. Perteneció al Círculo de Periodistas Deportivos del Ecuador, Círculo de Periodistas del Guayas, Asociación de Cronistas Hípicos del Ecuador y Liga Deportiva Estudiantil”, decía su obituario, aparecido en este Diario el 27 de julio de 2010, tres días después de su deceso. (D)