La edición 40 de la Vuelta Ciclística al Ecuador fue una prueba corta en etapas, pero “grande” en emociones y calidad de espectáculo, según destacó el comisario cubano Luis Ávila, delegado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) para dirigir la máxima prueba del ciclismo ecuatoriano.
“Ha sido una carrera muy disputada, con alto promedio de velocidad, independientemente de la altimetría, algo que muestra el nivel técnico de los corredores. Los equipos se han preparado para este tipo de carreras; no por gusto la Vuelta al Ecuador está aprobada por la UCI en categoría 2,2, esto porque se deben reunir condiciones técnicas organizativas para participación y premios, que es lo que establece la Unión, algo que no todas las carreras reúnen; y, en este caso, la Federación Ecuatoriana de Ciclismo lo hace con responsabilidad y sentido de pertenencia”, dijo Ávila.
El comisario cubano lamentó los inconvenientes presupuestarios para la organización de la carrera, pero destacó el trabajo federativo para culminar con éxito esta edición, con el colombiano Robinson Chalapud como campeón.
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“En carreras por etapas debe haber varios factores que son indispensables, como el hospedaje, disponibilidad vial, alimentación, servicios médicos, temas que son muy complejos que deben reunir los organizadores para celebrar la prueba con éxito, y aquí se ha conseguido. La Vuelta al Ecuador ha sido un muy buen espectáculo y con mucha rivalidad deportiva”, enfatizó el delegado UCI.
La Vuelta Ciclística al Ecuador se caracteriza por una altimetría variada y, pese a que en esta edición no bajó al nivel del mar y se corrió exclusivamente por provincias de la serranía, “no dejó de ser una prueba exigente; eso se notó en corredores que vienen de otros países, que la pasan mal en altura porque, en sí, la prueba es muy dura. Este año se tuvo un total de 14 premios de montaña, con uno fuera de categoría, altísimo (Ilapo, Chimborazo, a 3.648 metros), y 5 de primera categoría, cuando hay países que por su topografía no pueden tener ni uno de primera categoría porque no tienen terreno de altura; en ese caso están, por ejemplo, Uruguay y Argentina, lo que no pasa en Ecuador, que tiene un terreno variado, algo que es requerido para tener carreras de calidad”, dijo Ávila.
Es el tipo de terrenos en los que se preparan los corredores locales por los que el comisario UCI enfatiza que “hay mucho futuro en Ecuador”; sin embargo, cuestiona el que “no haya más eventos deportivos, porque eso es lo que hace falta: más carreras por etapas, que es lo que da el nivel a los deportistas. Pero eso también se consigue con participación de equipos importantes para que el grupo en general y los jóvenes que vienen atrás que ya integran los equipos absorban esa experiencia y se desarrollen mejor”. (D)
