El tercer combate entre Conor McGregor y Dustin Poirier se resolvió por nocaut técnico una vez que el irlandés se fracturó la tibia y el peroné hacia el final del primer asalto. En la entrevista posterior, en declaraciones recogidas por el diario As, The Notorius perdió los papeles y se refirió en términos desatinados a la mujer de su verdugo estadounidense.