El ecuatoriano Daniel Pintado, doble medallista olímpico en los Juegos de París al ganar el oro en los 20 kilómetros marcha y la plata en el relevo mixto junto con Glenda Morejón, valoró el éxito alcanzado en esta prueba, en la que recordó que estaban “luchando contra los bicampeones del mundo de Budapest”, los españoles Álvaro Martín y María Pérez.

El ecuatoriano Daniel Pintado, doble medallista olímpico en los Juegos de París al ganar el oro en los 20 kilómetros marcha y la plata en el relevo mixto junto con Glenda Morejón, valoró el éxito alcanzado en esta prueba, en la que recordó que estaban “luchando contra los bicampeones del mundo de Budapest”, los españoles Álvaro Martín y María Pérez.

Pintado, quien aseguró que la pareja de marchistas españoles “son historia” del país y que resaltó que “hay que luchar por la marcha mundial”, volvió a mostrar su felicidad porque sus hijos lo vieron alcanzar ambos éxitos y explicó que el relevo fue “una competencia muy bonita, muy nueva”.

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“España hizo un excelente trabajo. Estábamos compitiendo contra los bicampeones del mundo en Budapest. Estoy muy feliz de compartir podio con ellos. Australia también ha hecho un trabajo excelente, muy buen desempeño”, apuntó.

Pintado explicó que “sabía que la primera parte iba a ser para ir todos juntos” y que después se fue “definiendo poco a poco” la prueba.

“Y en la segunda parte, con Álvaro, nos tocó ir solos. Mi objetivo era sacar el máximo tiempo posible a otros rivales, porque entreno con el equipo de Perú, con Kimberly y César, y sabía que venían fuertes. En realidad es una pena que no hayan podido ganar una medalla por todo el trabajo que hicieron”, añadió.

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Indicó que trató de aumentar el ritmo, pero los jueces le mostraron una tarjeta y entonces tuvo que aflojar, porque “esto es un equipo” y decidió asegurar. “La última parte para Glenda debe haber sido dura por el tema de cuidar esos segundos con las dos paletas (tarjetas) que teníamos. Estaba muy nervioso en la zona de atletas y solo festejé cuando ella cruzó la meta”, comentó Pintado, quien se emocionó al recordar a sus hijos y al mencionar que había conseguido una casa para su madre.

“Le había prometido a mi mami hace mucho tiempo una casa. Ha sido un proceso bastante duro, en Río fui el 37, y en Tokio, el 12. Iba perdiendo la oportunidad, esas ganas de creer que era posible. Pero después de Tokio me di una oportunidad más, fui a hablar con mi entrenador, Andrés Chocho, y le dije que quería una medalla olímpica”, agregó el ecuatoriano. (D)