Neisi Dajomes le agregó en los Juegos Olímpicos 2024 un eslabón a su larga cadena de éxitos internacionales con una notable medalla de bronce, que tiene un valor tan grande como una de oro. La obtuvo en una categoría superior a la que compitió en Tokio 2020, donde ganó el oro en los 76 kilogramos. En París tuvo que subir a la categoría de 81 kilogramos, ya que su división desapareció de una cita olímpica a otra en apenas tres años.
Sin embargo, la amazónica se clasificó para París 2024, pese a la reducción de cupos ordenada por el Comité Olímpico Internacional (COI) y este sábado, 10 de agosto, dio una batalla sin cuartel que le otorgó un lugar en el podio, presea de bronce y la inmortalidad deportiva. Dajomes es una de las más grandes de todos los tiempos en Ecuador. Es la única mujer tricolor dueña de dos preseas olímpicas y, en general, la única deportista de este país que ha conseguido un galardón de esta magnitud de forma seguida en dos ediciones distintas de los Juegos.
El inolvidable marchista cuencano Jefferson Pérez también tiene un par de medallas, pero obtenidas con doce años de diferencia entre sí: oro en los 20 kilómetros de Atlanta 1996 y plata en idéntica distancia en Pekín 2008. Por su parte, el andarín Daniel Pintado fijo otro hito: doble presea de Juegos Olímpicos en unos mismos Juegos (dorada en 20 kilómetros y plata en la maratón de relevos mixtos en París 2024).
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Dajomes es, además, la mujer de Ecuador con más medallas olímpicas (dos) y su gesta en París representa la sexta entrega, por parte de las damas, de una presea para el país conseguida en los Juegos Olímpicos, el torneo más relevante del universo.
Además, tiene otro honor que jamás perderá: Dajomes fue la primera medallista ecuatoriana en la historia, un logro que alcanzó en Tokio 2020. La siguió en esa cita la también pesista Tamara Salazar (plata). Luego, en París 2024, se sumaron Glenda Morejón (plata), Lucía Yépez en lucha libre (plata) y Angie Palacios en halterofilia (bronce). Entre las damas, hoy, Neisi Dajomes es la mejor deportista ecuatoriana de todas las épocas, hasta que una nueva heroína la destrone. (D)
