En un ejercicio de supervivencia, una lección más de afán de superación, Rafael Nadal resistió a la amenaza del adiós y a otra eliminación prematura en la Philippe Chatrier y sacó adelante, a duras penas, el mano a mano con el húngaro Marton Fucsovics, por 6-1, 4-6 y 6-4, para instalarse en la segunda ronda del torneo olímpico de Paris 2024, donde le espera Novak Djokovic.