“Para mi este Tour de Francia es un éxito”, aseguró el ecuatoriano Richard Carapaz, que cerrará como rey de la montaña un Tour muy especial, en el que su falta de preparación le impidió luchar por la general, pero en el que ha conseguido por vez primera vestirse de amarillo, ganar una etapa y acabar en el podio final con el maillot de puntos rojos.

El ciclista de El Carmelo (Carchi) volvió a marcar hitos para el ciclismo de su país y a ponerle galones a su palmarés profesional en una carrera en la que en 2021 acabó tercero en los Campos Elíseos y esta vez volverá a vibrar con la luz que le otorga su carácter.

El ciclista del EF se había marcado como objetivo acabar como líder de la montaña y en la penúltima etapa volvió a buscar la escapada para coronar en primer lugar los dos primeros puertos de primera categoría, con lo que obtuvo una renta suficiente para que nadie pueda arrebatarle ese mérito.

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“Es una gran recompensa, hemos trabajado mucho y estoy muy emocionado”, afirmó el ciclista sudamericano, que peleó hasta el último esfuerzo por hacerse con esa recompensa.

“Sabía que tenía que puntuar en los dos puertos primeros, porque Tadej Pogacar podía ganar la etapa y por eso he luchado. He tenido la suerte de poder entrar a la escapada y conseguirlo”, dijo el ecuatoriano, que reconoció que termina en buena condición el Tour.

El ciclista del EF coronó en cabeza los puertos de Turini y Colmiane, ambos de primera categoría, lo que le reportó 20 puntos, más los 14 de renta que ya tenía, lo que le hizo matemáticamente merecedor de ese premio.

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Carapaz ya fue rey de la montaña en la Vuelta a España de 2022 y ahora lo logra en un Tour en el que ha acabado con grandes sensaciones.

Incluso, dijo, vio que este sábado tenía a mano la victoria de etapa, pero reconoció que no puede competir con rivales de la talla de Pogacar o Jonas Vingegaard.

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Objetivos cumplidos

Carapaz cierra el Tour con todos los objetivos que se había marcado salvo uno, el de ser “el mejor de los mortales” en la general.

El campeón olímpico sufrió una caída en la Vuelta a Suiza y, posteriormente, una infección que le impidieron preparar de forma ideal el Tour.

Antes de la salida en Florencia reconoció en una entrevista con EFE que su estado físico era una incógnita, pero se marcaba dos metas en caso de no luchar por la general: ganar etapas y proclamarse rey de la montaña.

Caparaz ha ido por encima de sus expectativas y, a esos dos objetivos, sumó uno más, el de vestirse por un día con el maillot amarillo, lo que le convierte en el vigésimo quinto corredor de la historia que lo hace en las tres grandes vueltas.

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Lo consiguió en Turín, la misma ciudad donde se vistió con la maglia rosa del Giro, la carrera que ganó en 2019.

“Es un sueño”, dijo entonces el corredor, que al día siguiente ya se dio cuenta de que la pelea por la general no era su guerra.

A partir de ese día, Carapaz recompuso líneas, se dejó tiempo en la general y su objetivo fue otro: conseguir una etapa que se le escapaba en la ronda gala.

En 2020 pudo lograrlo, cuando se escapó con su compañero Michal Kwiatowski en la Roche-sur-Foron, pero entonces el triunfo fue para el polaco.

A cambio, él se enfundó el maillot de rey de la montaña, pero en la penúltima etapa, una contrarreloj en La Plancha des Belles Filles, Pogacar se lo arrebató.

Como consolación pudo pasearlo al día siguiente por los Campos Elíseos, ya que el esloveno llevaba el amarillo. Ahora, cuatro años más tarde, podrá lucirlo en Niza, escenario de la última etapa, por derecho propio.

La victoria de etapa también le llega cuatro años más tarde. La consiguió en Superdévoluy, en la etapa 17, con lo que se convirtió en el 110 corredor que gana en las tres grandes.

Antes, en Plateau de Beille, protagonizó una escapada épica, que no llegó a buen puerto por el empuje de Pogacar. Algo parecido a lo que le sucedió este sábado camino de la meta en el Col de la Couillole.

En Pirineos su esfuerzo fue recompensado con el título de corredor combativo de la jornada. Carapaz ha hecho una recta final de Tour muy activa, lo que le convierte en el principal favorito para convertirse en el más combativo de esta edición del Tour, otro hito para el ecuatoriano. (D)