Tres años después de su victoria en el Festival de Eurovisión, Tom Neuwirth (28), alias Conchita Wurst, sigue presentándose elegante y glamurosa, aunque la figura de la "drag queen" se ha transformado ligeramente con una barba más larga y sin pechos postizos.

"Muchas de las reglas que me puse ya no valen", asegura Conchita a DPA con motivo de su gira por Alemania, que comienza el lunes próximo.

Después de la victoria en Eurovisión con "Rise like a Phoenix" en 2014 en Copenhague, había muchas expectativas sobre lo que se esperaba de ella. "Cómo debía verme, lo que debía decir o cantar", explica, pero poco a poco se ha ido desenganchando de estas obligaciones. No quiere abandonar su imagen de diva, pero sí que evolucione. "Estoy trabajando en mi segundo álbum, lo que para mí es algo enorme. Estoy probando muchas cosas e intento encontrar mi sonido".

Publicidad

La victoria en el concurso le permitió cumplir muchos sueños, como "hablar ante el Parlamento Europeo, conocer el exsecretario general de la ONU Ban Ki Moon, desfilar para Jean Paul Gaultier o conocer a Céline Dion". Y también la convirtió en un símbolo de la comunidad homosexual, bisexual y transgénero y una embajadora de la tolerancia.

Sobre el escenario se presenta con vestidos brillantes, pero a nivel privado Tom prefiere los pantalones de deporte. "Hablo con un acento un poco distinto y tengo más paciencia cuando llevo la peluca puesta", asegura. Pero las fronteras entre su personaje y su yo verdadero cada vez se diluyen más. "Antes las diferencias eran más grandes", afirma.

Pese a los rumores contrarios, Tom seguirá con el personaje de Conchita, al menos por ahora. Pero "definitivamente colgaré la peluca en algún momento durante un tiempo, porque hay muchas cosas que quiero hacer y para las que no me tengo que maquillar necesariamente". (E)