Shai Golan en saxo alto y Joan Sánchez al piano, ambos provenientes del Manhattan School of Music, acompañados por Giovanni Bermúdez en contrabajo y Carlos Albán en batería, ofrecieron un recital de jazz moderno en la sala principal del Teatro Sánchez Aguilar con numeroso público aficionado.

Empezaron con Joan en un solo del clásico del siglo pasado Autumn Leaves, ligeramente distorsionado y melódico, entrando y saliendo de la melodía convencional realmente espectacular.

Joan le conversaba al público sobre la participación de Shai en la famosa película musical Whiplash antes de entonar I Love You, de Cole Porter, gran compositor del siglo pasado, en una abstracción total del piano dominante y un final espectacular. A continuación, y con los dos músicos de apoyo, desarrollaron Sun Veil, una composición de Shai elegantemente moderna, el mejor jazz hasta el momento, con todos soleando por turnos, finalizada en una descarga del piano, con ligera abstracción.

Publicidad

Liderados por el saxo alto de Shai hicieron su composición, Apothecary en una abstracción total muy lenta y a la vez eufórica del saxo para luego pausar con piano y finalizar en un tempo aún más lento. Reflections in the Water, tomado de Reflets dans L’eau, de Debussy, fue un jazz convencional, con un solo de contrabajo muy aplaudido por el público, de larga duración, y luego una abstracción del saxo en turnos con la batería. Solar, de Miles Davis, a continuación, estuvo demasiado lento.

Luego de un conversatorio entre el público y Joan Sánchez subió al escenario Mozartk911, un cuarteto de cuerdas compuesto de un violoncello, una viola y dos violines para interpretar Someone to watch over me, de Gershwin, con arreglos de Shai, solo del saxo apoyado en cuerdas, muy elegante.

Blissful Ignorance, original de Shai, resultó lo mejor del recital, con gran improvisación del saxo, un solo del violín y gran intervención melódica y percusiva del piano provocando un aplauso atronador del público.

Publicidad

Blissful Ignorance, original de Shai, resultó lo mejor del recital, con improvisación del saxo, un solo del violín y gran intervención melódica y percusiva del piano provocando un aplauso atronador del público.Sergio Pérez, crítico.

(O)