Toda mi niñez la viví en el conservatorio de música –dice el músico y compositor Gerardo Guevara–, así que toda mi imaginación musical tiene una gran influencia en esa época. Tuve el honor y el privilegio de conocer a José Ignacio Canelos, Luis Humberto Salgado, Ángel H. Jiménez, en fin, una serie de valores musicales de primera para el Ecuador, cuenta.

Viste un traje impecable color habano claro, camisa blanca, corbata color crema con rayas diagonales y zapatos de cuero negros. Sus ojos son negros y sus pestañas cortas. Su rostro parece tierno y bondadoso. Nació en Quito en 1930.

Tuve también el honor de recibir una beca de la Unesco para estudiar en París. Allí conocí a la gran maestra Nadia Boulanger, dice en un perfecto francés.

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–De todas sus composiciones ¿cuál es la que más le ha emocionado o la que más le ha costado? La que más recuerdo, porque fue la primera y porque se hizo un ballet, es Yaguar Shungo. En realidad, que se baile una música para un compositor es un privilegio, explica con voz serena y potente.

Estoy feliz porque escribí la obra para el Centro Ecuatoriano Norteamericano, cuenta Guevara. Estoy feliz porque es para violín, un instrumento que yo adoro. Yo estudié violín, dice visiblemente emocionado.

La composición se llama Concierto de violín y sobre la estructura de la obra explica: “En realidad, las composiciones se van haciendo y a medida que se avanza, el discurso musical le pide otros elementos”.

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Sobre Gerardo se puede hablar muchas cosas, dice su esposa, María de Lourdes. Nació en el Conservatorio Nacional de Música, se crio jugando con los instrumentos, oyendo música y a los grandes profesores de ese tiempo. Cuando ya fue un poquito más grande, le dijeron toca el oboe porque hacía falta en la Orquesta Sinfónica, entonces, estudió el oboe y tocaba en la sinfónica, siendo casi un niño, de unos 11 años.

Luis Guerra Castillo era cantante y bailarín, relata María de Lourdes, vino a dar una gira de conciertos a Quito y el pianista se enfermó... Entonces: ¿dónde puedo encontrar un pianista? Y le dijeron: ve, el único que puede leer a primera vista es el guambrito Guevara. Tendría unos 12 o 13 años y tocó todos los conciertos.

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El maestro Gerardo Guevara estudió en la École Normale de Musique de París y se graduó de director de orquesta. Posteriormente estudió musicología en la Universidad La Sorbona. Vivió 12 años en Francia.

Cuando regresó a Ecuador fundó el Coro de la Universidad Central, en 1972 y la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos (Sayce), en 1973. Fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional (1974-1975) y director del Conservatorio Nacional de Música de Quito (1980-1988), donde también fue catedrático de Historia de la Música Ecuatoriana.

Trabajó para el gobierno francés, en la televisión y en la radio, como investigador junto a otros grandes músicos franceses. Este trabajo le mereció un reconocimiento del Gobierno francés. Hace un año le mandó una medalla y una carta de reconocimiento, lo nombraba como Caballero en el orden de las artes y las letras.

La cultura también se mueve a través de los idiomas

El Centro Ecuatoriano Norteamericano es un centro binacional de cultura, fundado en 1951 y abierto al público en 1973, con la misión de integración entre Ecuador y los Estados Unidos a través de la difusión de actividades culturales gratuitas y la enseñanza del idioma inglés.

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La institución cuenta con 160 eventos culturales gratuitos al año, gradúa a más de 700 estudiantes cada año, tiene una galería de arte permanente, 40 aulas, una biblioteca, un laboratorio de idiomas, sala de conferencias y un auditorio para 400 personas.

Con el apoyo del Consulado y la Embajada de EE.UU. el Centro Ecuatoriano Norteamericano también otorga becas de estudio en el extranjero. (F)

 

Para nosotros ha sido un privilegio haber recibido las partituras de manos del maestro hace dos semanas y que sean parte de la obra creada para el Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN)”.