Por Lisbeth Samaniego G.“No estamos lejos de 1984, quien sabe si ya lo hemos estado viviendo desde el momento en que llegamos al mundo”. <em><strong>1984</strong></em> es una obra fuerte pero real y no muy lejos de la actualidad. Como hemos evidenciado fue escrita en 1949, un tanto <strong>revolucionaria</strong>, y <strong>anticipatoria</strong>.El ser humano desde el momento en que nace llega al mundo como una <strong>tabula rasa</strong>, sin conocimientos, sin ideas, sin objetivos. Al crecer vamos formándonos las ideas de los demás, las costumbres que observamos de quienes nos rodean. Somos como una cámara que va captando desde lo más minucioso hasta lo más grande.Pero la libertad no llega a ser del todo nuestra, pero si es, lo que a lo largo de nuestra vida nos han hecho creer, siendo esto todo lo contrario a lo que se conoce como libertad. En <em><strong>1984</strong></em> se menciona <strong>“Al gran hermano” </strong>el cual te vigila, dando a comprender que bajo vigilancia están todos seguros. En la actualidad este “gran hermano” se da mediante aquellas personas que nos rodean, la sociedad que nos impide la <strong>libre expresión</strong> de ideas, la sociedad que nos impide un sueldo igualitario entre hombres y mujeres, las etiquetas, las utopías de la lucha contra la esclavitud femenina, la lucha contra el machismo, o como se menciona en <em><strong>El cuento de la criada</strong></em>: “Benditas sean las sumisas” la realidad y el control en el que nos encadena la sociedad. Una lucha desde tiempos memorables e incansable sin poder ponerle un fin. Sí nos enseñan a ser libres, pero crecemos con cadenas; estas cadenas no son visibles debido a que se encuentran en nuestros<strong> pensamientos</strong>, en nuestra conciencia, ese algo que nos frena y ese “gran hermano” que nos vigila llamado sociedad y <strong>etiquetas.</strong>Lo que pretenden las series como <strong><em>El cuento de la criada</em></strong> y <strong><em>Black Mirror</em></strong> es una base de <em><strong>1984</strong></em> que desea explicarnos la realidad que vivimos de manera desnuda ante nuestros ojos. “La guerra es la paz, La libertad es la esclavitud, La ignorancia es la fuerza”. <em><strong>1984</strong></em>“Odia y vivirás tranquilo, sé libre y te esclavizarán tus decisiones, piensa igual que los demás y serás aceptado por la sociedad”.¿Fuerte no?, ¿real?, sí. Nuestra sociedad se ha caracterizado por la autonomía, por creer que el <strong>pensamiento crítico</strong> es un acto de <strong>rebeldía</strong> y un cambio de opinión una lucha inalcanzable, manteniéndonos bajo su yugo de ideales, de etiquetas, que han salido favorecidas gracias a aquellos que no han conseguido un pensamiento crítico, llegando a convertirse en una gangrena cerebral. Logrando así la sociedad una <strong>doble moral</strong>, por temor a perder su autoridad, por temor a perder a los adeptos sin pensamiento crítico ni lógico; porque los ignorantes son muchos. (O)